En facebook

lunes, 10 de septiembre de 2007

Me persigue

Me persigue el vicio de la gente que dice que yo dije algo que en mi vida habría pensado siquiera decir. Pero como dijeron que había dicho eso, alguna gente se acerca a decirme que no me creía capaz de decir algo así sin saber que en realidad lo que le dijeron que dije no había sido dicho por mi sino por algún(a) descomunal imbecil que pretende meter palabras en mi boca.
Este problema lo arrastro desde hace bastante tiempo. No se la razón que pueda vincular a una persona a este tipo de embrollos y desbarajustes informativos creados sin duda por algún tipo de mala intención.
La gente a la que se le acusará de decir o no decir algo es seleccionada tal vez por su aroma, no lo se, la forma de mirar, el imperceptible error que tiene al pronunciar las eres tal vez. Como sea el castigo de la difamación y la infamia suele convertirnos nuevamente en lobos, pese a que humildemente nos estábamos dedicando a lamer sandalias como aquel de Gubia que acompañaba al santo de Asis.
Al final, uno no sabe si pedir disculpas por lo que no dijo o insistir vanamente que alguien crea que no dijiste nada.
Parece obvio que si los demás son capaces de creer que hablaste mal de ellos, pierden la capacidad de pensar siquiera en la posibilidad de que alguien - que no seas tu - les haya mentido al respecto.

No hay comentarios: