Aunque aun nos falta mucho – pero mucho – pareciera que la humanidad va saliendo del oscurantismo con paso firme.
La quema de brujas va pasando poco a poco a los anaqueles del fondo, a esos que están ocultos en la sección de la vergüenza humana. El racismo anda por ahí batallando aun sin llegar a ser sometido – al igual que la homofobia – y nos queda todavía arraigada duramente la intolerancia religiosa y el irreconciliable conflicto ideológico-político-económico que mantiene dividido el mundo en polos tan marcados.
Pero de todo lo que aun no conseguimos como especie y esa enorme falta de tolerancia entre congéneres, hay pequeños rayos de luz que nos abren los ojos.
Ver simplemente que en nuestra ciudad, blanca e “inmaculada”, se está llevando a cabo un muy bien organizado festival de cultura gay, lésbica y transexual es un síntoma de mejoría desde todo punto de vista.
Para los que no se enteran nunca de estas actividades culturales o para los que pretenden hacerse a los locos o locas con estas manifestaciones (que aun les causan incomodidad en su poco abierta manera de pensar) esta primera versión del Festival Internacional Pukapanti comenzó el pasado miércoles 1º de junio y pretende concluir el jueves 30 regalándonos un mes de actividades que hasta ahora mostraron su seriedad, calidad y buena organización.
Teatro, música, literatura, cine, pintura y otras artes están reunidas en este Festival Internacional que nos ofrece aproximadamente noventa actividades a repartirse en los siguientes espacios: Alianza Francesa, Instituto Cultural Boliviano Alemán (ICBA), Fundación Pachamama, , Archivo y Biblioteca Nacional, Casa de la Libertad, Casas del a Cultura (HAM y USFX), Pueblo Chico, Museo Tanga Tanga, Orígenes y otros espacios públicos; todo esto gracias a la pujante organización que llevó adelante la Fundación Diversencia que con el auspicio de Conexión y la Fundación Triángulo consiguieron reunir el apoyo de varias instituciones para hacer posible este singular cúmulo de arte en movimiento.
Asistir a este tipo de actividades es humanizarse. El arte es una expresión universal del espíritu humano y en este caso es una inmejorable oportunidad de crecer en muchos aspectos.
Sería tonto desperdiciar esta oportunidad. Este junio (mes de Juno, esposa y hermana de Júpiter y símbolo de la feminidad y todas sus connotaciones) es de pronto fértil de actividades y nos invita a apoyar este tipo de iniciativas siempre tan difíciles de hacer despegar en nuestro medio.
Suele pasar que uno con los años, es más propenso a prejuzgar por estar cada vez menos interesado en acercarse a cosas nuevas. Si este y otros prejuicios y síntomas de intolerancia lo detienen: no se preocupe, de seguro nadie querrá dogmatizarlo en esas actividades, no habrá gente a su alrededor queriendo lavarle el cerebro. Vaya y confírmelo por si le quedan dudas, son simples seres humanos expresándose y compartiendo su esencia con sus semejantes, gente que nos da una lección de cómo organizarse en pro del arte y la cultura de nuestra ciudad. Sin duda, si hasta por simple curiosidad se apersona por ahí, de pronto se encontrará cara a cara con una realidad que tontamente quiere sólo mirar de reojo sin notar y admirar sus resplandores tan particulares.
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