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lunes, 31 de diciembre de 2012

Fin de año

Al final de otro tramo, es inevitable sentir ese antojo por voltear la cabeza y ver nuestras propias huellas grabadas en la senda recorrida. Pero los ojos siguen fijos hacia adelante, pasa que a veces sólo vemos hacia atrás como mirando por la nuca y es entonces que notamos cosas que los ojos no lograrían ver limitados por su soberbia.
Hemos avanzado, todos lo hemos hecho, cada uno a su modo, cada  quien con su ruta incluyendo a aquellos que siguen girando erráticos sin definirse, porque ese descubrimiento personal también es un avance. 
Personalmente al final de este año, he sido testigo de mi propia soberbia, me he dado cuenta que sigo siendo inflamable pese a que intento evitarlo. Sigo despreciando la deslealtad, no consigo reparar muchas falencias internas y aun debo aprender a controlar muchos de mis impulsos autodestructivos. Pero pese a eso, el avance es innegable y esta investigación interna hace cada vez más evidentes esos desaciertos, lo que permitirá - espero - eliminarlos con más facilidad en el momento adecuado de enfrentarlos en un futuro cercano.
Hacia adelante, el camino es incierto: su longitud, su gravedad, su fauna, su flora y todo lo que tiene en las entrañas es un enigma que lo hace digno de ser recorrido aunque sea sólo por la simple curiosidad.
Al final de los finales, todas las historias convergen en el mismo punto inevitable y la vida, con sus añonuevos y sus fiestas honomásticas, se resume en esas huellas que se van cruzando en las rutas caminadas. 
Crecer, ser y avanzar; dar y pagar lo recibido, mirar y ser visto. Cada acción repercute, cada mirada es puñal, cada palabra es incendio si se suelta ignorando las consecuencias.
Reconocer los errores es sólo una pequeña parte de esta especie de retrospectiva, de esta lectura de la bitácora del viajero.
El calendario tras la puerta se volvió obsoleto. Algunas cosas pasan sin más trascendencia mientras otras saben fortalecerse con el tiempo; lo mismo que algunas personas.
El tiempo sigue siendo una incomprensible dimensión para el hombre que sólo intenta entenderlo usando sus limitados aparatos de medición, sus convenciones, su corta visión del universo y su movimiento magnánimo. El nuevo año, es sólo una excusa para mirar atrás, para entender algunas cosas y darse cuenta de que sólo caminando uno logra avanzar.

martes, 11 de diciembre de 2012

Vamos a ver a los títeres

Cuando todo parecía de pronto condenado a dormirse, irrumpen en la escena: los títeres. 
Así es, la compañía Paralamano de nuestra ciudad, desde el día de ayer lunes 10, en instalaciones de la Alianza Francesa, comenzó con las funciones de títeres de su “Temporada de Fin de Año” que se prolongará hasta el 21 de este mes con propuestas variadas y para todo público. 
En el trabajo de estos artistas, a la cabeza de Juan Rodriguez, los muñecos juegan a interpretar distintas obras en un mundo muy bien construido sobre conceptos claros en los que los símbolos y las metáforas se enredan en los discursos y las acciones de los personajes que permiten que los niños se diviertan con un texto mientras los adultos disfrutan a otro nivel la riqueza de los subtextos regalados en cada propuesta. 
La compañía, fundada en diciembre de 1998 por el mismo Rodríguez en la ciudad de Salta (Argentina), se trasladó a nuestra ciudad en el año 2002 donde trabaja hasta hoy elaborando proyectos educativos, realizando festivales y otras presentaciones independientes en distintas salas de nuestra ciudad así como en los más importantes circuitos internacionales que incluyen países como Chile, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y Corea entre otros. 
Los títeres, que han perdido tal vez mucho apoyo del público debido al vergonzoso descuido con el que algunos otros ejecutantes irrespetuosos los han abordado, son una rama paralela al teatro cuyas raíces se remontan quizás hasta las cavernas donde los hombres veían que podían controlar a sus propias sombras. 
Nada mejor que este tipo de manifestaciones y emprendimientos independiente para contrarrestar al silencio y al tedio que empezaban rápidamente a apoderarse de calles y salas luego de la fiebre desatada por el Festival de la Cultura. 
Tardes de títeres para romper la pobre rutina cinéfila y televisiva; sin duda una idea acertada para juntar a las familias en el arte que, más allá de la simple entretención, tiene otros importantes beneficios a niveles insospechados. Los muñecos esperan por todos en la Alianza Francesa (Aniceto Arce #35), del 10 al 21 de diciembre a horas 17:00 y prometen momentos llenos de historias, risas, reflexión, educación y esparcimiento; esas cosas que se supone que el arte debe provocar en la gente.

http://www.correodelsur.com/2012/puno_y_letra/1211_digital/

jueves, 6 de diciembre de 2012

Adiós al Arquitecto

"(...) Los arquitectos, los médicos, nadie lee nada. 
Todos salen a la vida como especialistas. Alguien habla sólo de medicina, 
el otro sólo de arquitectura, pero no están capacitados ni en condiciones 
de ayudar para construir un mundo mejor, más justo. 
La vida es mucho más importante que la arquitectura. (...)" 
Oscar Niemeyer (1907 - 2012)




- No es el ángulo recto que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer preferida. De curvas es hecho todo el universo, el universo curvo de Einstein.

martes, 13 de noviembre de 2012

Sendas

"Me gusta abrir los ojos y estar vivo, 
tener que vérmelas con la resaca."
Fito Paez

Hay senderos que inevitablemente se caminan a solas.
Las rocas caen. El vacío, el profundo abismo parece dilatarse y al fondo de la nada hasta el sonido hace una especie de eco implosionante.
Difíciles tareas: el crecimiento, la creación, la construcción, la búsqueda incesante de futuros posibles, de presentes paralelos, de uno mismo entre tantos alteregos.
Hay senderos que inevitablemente se caminan a solas y no es por lo insoportable de la propia compañía sino por lo estrecho de algunos caminos asumidos. Son las mismas rutas las que no permiten a veces otro juego de pasos a lado y no es reprochable ese temor al barranco, ese vértigo causado por la ruta incierta.
Aunque a veces las sendas se hacen caminos y los caminos carreteras, no se puede pretender que el tiempo que tardan en hacer esas mutaciones pase inadvertido para los ajenos al rumbo. Es que no es fácil hacer propios algunos senderos y hasta puede parecer injusto desviarse de las propias rutas para que otros caminos converjan al propio. Pero al final todos los viajes son por trayectos y cada todo se puede  despedazar en fragmentos a tiempo de realizar la autopsia introspectiva a cada segmento concluido.
Hacer voces es siempre mejor que silbar a solas mientras se camina, pero toda armonía termina por romperse tarde o temprano pues el sonido se quebranta ante el silencio y cualquier tipo de fe es frágil dentro de esta turbulenta cabeza.
Es doloroso todo cambio pero no se puede perseverar en sinfuturos, girar en círculos sin moverse no es avanzar y a veces es mejor reasumir rutas pegando un salto al costado. Es que hay senderos que inevitablemente se caminan a solas.

martes, 6 de noviembre de 2012

Y llovía, y llovía

"Si mi guitarra canta como canta y suena como a duelo mi garganta,
es porque soy latinoamericano y he visto a Cristo a diario crucificado"
Leonardo Favio
(1938 - 2012)

Al señor Fuad Jorge Jury, más allá del gusto que siempre me da imitar su potente voz en los karaokes, le conocí algunas cosas muy singulares: 
Unas pocas imágenes de cine (no pude ver mucho de su trabajo lastimosamente), las frases de su extensa lírica romántica, alguna referencia a proyectos no llevados a cabo (como filmar una película sobre Cristo en locaciones e idioma de época - idea de hace unos 40 años atrás) y su vinculación con el justicialismo argentino.
Un personaje complejo e intenso, una voz prodigiosa, una existencia luminosa, una larga serie de recuerdos orbitantes. Gracias por eso don Leonardo.

lunes, 29 de octubre de 2012

Esquivando el odio

Es duro el cristal, todo césped es de acero, la madera parece metal y es como kevlar el simple cuero. 
Frente a la vida y su fragilidad, hasta las alas de las mariposas parecen de mithril reluciente. Inexplicable gama de azar, insalvable serie de sucesos y decisiones; causas, razones, sinrazones, confusiones, dédalos, desenfoques... todos los acontecimientos tienen contención adivinatoria y esos inesperados hechos son portadores de un síndrome de titular del diario. ¡Cuántos hechos nacidos para ser pasado! tercos acontecimientos que no permiten aviso, proyección o previsión alguna, ¡cuánta decepción, cuánta sorpresa malnacida!.
En cada rincón del universo, desde el más iluminado hasta el más tenebroso, hay una rueca que espera insospechada, al dedo de una bella durmiente; resaltan y resuenan luego las sirenas, se dan pronto las voces de alarma, despiertan los insensatos arrepentimientos, el morbo, las sospechas y los prejuicios. Todos se vuelven jueces ansiosos de la sentencia y nadie ve que ya pasó todo lo que en verdad importaba y el odio y el afán justiciero se apropian del empañado recuerdo de una vida entera que era más valiosa que todo eso que al final despertó.
Somos seres de cesio, menos que cristales. Creemos tontamente que el odio y el desdén nos fortalecen pero seguimos siendo escarcha que se diluye ante el calor del rencor mientras pareciéramos olvidar que nuestra propia vida sigue a merced de lo insondable. Como la vida de todos los que ya se fueron.
Mundo de seres caídos, de tumbas jóvenes, de luces extinguidas; reflejos de lo más débil del espíritu, de la decadencia y el patetismo de creernos superiores sin saber siquiera manejar nuestros propios extravíos.
Deleznable y enclenque la existencia. Nuestro aliento es tan frágil como nuestro espíritu cuando nos encontramos ante esta verdad.
a S.H.

sábado, 27 de octubre de 2012

En el ojo de la tormenta

¿Miedo?. No, sólo incertidumbre. 
Algo de rabia por la injusta posibilidad de terminar pagando por las incompetencias ajenas. 
El futuro se hace mas difuso, las personas al rededor incrementan las cada vez más inmanejables variables de una ecuación que de por sí ya era complicada y la impotencia se dibuja burlona recordándonos que no todo depende de uno mismo.
¿Qué hacer cuando todo lo que intentamos no es suficiente?, ¿a quién echarle la culpa?, ¿ante quién justificarse? 
Si total, mañana no estaremos y nuestros logros serán recuerdos en otros, dibujos diluidos, cenizas, polvo, nada; es muy probable que a nadie procure darse cuenta de los sacrificios hechos y que poco le importe a la gente la enorme cantidad de buenas intenciones que motivaron nuestros proyectos más alocados, nuestras acciones más insensatas, nuestras palabras mas crueles.
¿Miedo?, no, sólo desazón, ganas de mandar todo al diablo, de colgar los cachos, de parar el show, de bajar la guardia y gritar, a todos los que le dan aliento al fracaso, lo que pienso de ellos y sus estrechas visiones de oficina burocrática.
¿Miedo?, sólo de perder el impulso, de las malas lenguas predispuestas a sentenciar, de la confusión en el caos, del sonido que suelen hacer las frágiles amistades al quebrarse y de la torpeza que me vaya a despertar este enfrentamiento con la obtusa visión de unos cuantos.

sábado, 13 de octubre de 2012

Al muerto-vivo


Llego tarde a tu conmemoración, casi casi me olvido. Pero veo que pareciera que haz dejado de estar de moda y te visito con gusto.
Cuarenta y cinco años muerto y sigues vivo.
Hace poco me di cuenta que ya estaba dejando de creer, que me estaba ganando el malestar, la nausea, el sistema, el egoísmo. Es que si, es más cómodo el escritorio, no molesta poder pagarme ciertos beneficios, entrar en la competencia aprender a salvarme a mi mismo muy a pesar de los míos.
Pero es ese absurdo el que pesa, el inculcado pesimismo, la estupidez de no intentar ser mas humanos, esta resistencia a pensar por uno mismo.
Te dolería tanta ceguera en plena era de la información; te apenaría, como humano, tanto y tanto desperdicio.
Siento mucho llegar tarde para decirte que algo menos importante me entretuvo, que en el mundo me perdí como la mayoría olvidando de apoco lo que me conmovía de tu accionar, de tus palabras, de tu vida y tu compromiso.
Algunos saben que hice el intento de decir las cosas, de activar otros cerebros, pero me adormecí como tantos en el sistema que en ese afán se sabe certero; lo siento.
Pero pude pasar a saludarte, a mirarme en un reflejo de chiquillo, a darme un respiro y recordar que creía, que creo todavía pese al frío.
Ahora regreso al mundo de los muertos, a esta pecera de corderos que aceptan tan mal destino, al planeta agonizante que no encuentra alivio, al futuro que (a tantos) les tiene previsto el olvido.

jueves, 11 de octubre de 2012

Pseudodemocracia

"Una decisión inducida, no puede llamarse decisión"

Silencio de corderos; treinta años de poder decidir sin saber hacerlo.
Iniciados al sistema, fuimos siempre dogmatizados en la visión del rebaño. Los medios tienen siempre la razón y la razón deja de responder en cada individuo.
Con la visión castrada, aprendemos a aceptar sin interrogarnos nada; la moda y las tendencias son la verdad indiscutible y las noticias - si es que les ponemos por casualidad algo de atención - son discursos y aguarrás que diluye la conciencia de la realidad.
Espejismos, nos enseñaron a ver lo que queremos ver, pero antes nos enseñaron qué es lo que supuestamente queremos ver.
Trabajo, respeto, dinero, fama, aceptación social, familia, círculos, gremios, pertenencia...
La lucha de unos pocos despiertos sólo ayudó a crear una fantasía llamada democracia.
Un privilegio de los pocos que se dan el tiempo de decidir por si mismos. Decepción de ver que todo ya se decidió en nombre del rebaño que además cree que está tomando decisiones.
¿Qué hará falta para que las ovejas dejen de contar ovejas?
Asumir el poder requiere un despertar de la masa, un segundo de lucidez, un lapso de razón global, un revertir el uso de las tendencias y la moda, una revalorización del pensar individual.
Más allá de cualquier linea política, más allá de cualquier ideología preconcebida, más allá de la moral y las estructuras está el individuo, aquel homo sapiens capaz de hacer honor a ese intelecto desarrollado que se resiste a utilizar.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Puntos de vista

`Be that word our sign of parting, bird or fiend!' I shrieked upstarting -
`Get thee back into the tempest and the Night's Plutonian shore!
Leave no black plume as a token of that lie thy soul hath spoken!

Leave my loneliness unbroken! - quit the bust above my door!

Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!'

Quoth the raven, `Nevermore.' 
(Edgar Allan Poe)

Aquello que creemos cierto, es a menudo sólo el reflejo de nuestra orgullosa percepción que es a la vez lasarillo y zancadilla.
El famoso "cristal con que se mira" evidencia las asperezas más sutiles en la seda más fina y llevados así de la mano de lo que percibimos, vemos a veces lo que no queríamos ver o miramos desde arriba con desprecio a quien no tiene la talla de los exaltados ideales con los que a veces pretendemos calificar a quien nos rodea.
Es que a veces hay jueces internos a los que no se puede satisfacer y procurar vivir en ese sentido es de por si un motivo más para sentirse también insatisfechos.
¡Ya no se quién se creen que soy!, y me da miedo que yo también vaya dejando de creer que soy quien quería.
Es que a veces pretenden hacerme sentir como el monstruo, el iracundo o el vil, mientras yo creo que no daño a nadie y siento que simplemente me juzgan porque no me permito adoptar expectativas de "éxito" alejadas a las mías, porque no he sustituido mis deseos, aspiraciones o intereses personales por perseguir los estereotipos del ser exitoso, santo o loado.
Creo sinceramente que no todo lo que decimos debe procurar ser o sonar como una sentencia, como un previsible desenlace de este incontenible deseo de juzgarnos entre nosotros. Esto, para no convertirnos en víctimas de esa inevitable insatisfacción y para evitar en su defecto, sucumbir ante la ira final que produce esa impotencia.
Creo que tienen razón, a veces, al juzgarnos de complacientes. Y es que hay personas a las que se complace con más facilidad y sin esfuerzo. Es que todo es... tan subjetivo. 

viernes, 31 de agosto de 2012

El arte de enseñar


Enseñen, y tendrán y quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga.
Simón Rodríguez

Una de las mejores maneras de saber que un conocimiento ha sido en verdad asimilado, es ver si el receptor de dicho conocimiento, es capaz de aplicarlo en condiciones diferentes.
Así pues, los modos y maneras que los alumnos de la Facultad de Economía se están dando para explicarle al público distintos temas económico-políticos bajo el prisma de la sutileza, estética y belleza del arte, son sin duda, un método innovador de reforzar y poner en práctica esos conocimientos que de esta manera dejan de ser pura instrucción para convertirse en educación verdadera.
La complejidad del lenguaje teatral y el aprovechamiento de sus signos particulares, han sido hasta ahora, un reto que estos futuros profesionales han enfrentado con altura y creatividad.
La educación integral del alumno de San Francisco Xavier, que pretende – como bien dice su visión – insertar en sus profesionales conceptos humanos, da una grata sorpresa a la sociedad sucrense a través del emprendimiento realizado por los docentes y profesionales: Lic. Peter Campos, Dr. Ricardo Baldiviezo, Lic. Edwin Cardozo, Dr. Sergio Padilla y Lic. Marco Antonio Prieto, que organizaron el Primer Encuentro de Teatro “La Economía Estética y Bella” dando una cátedra al resto de los catedráticos (en especial a los de carreras sociales de quienes,  por lógica, podríamos haber esperado que fuesen los que nos sorprendieran con un emprendimiento de esta calidad) de cómo romper la pasividad y automatismo de su labor educativa para detener la decadencia en la calidad académica que asecha como fantasma en todos los niveles e instituciones educativas de nuestro país.
La actividad, que en estas primeras jornadas ha convocado a aproximadamente doscientos espectadores cada día, sin duda cumple todos sus objetivos – y tal vez más – aglutinando a un total de nueve elencos, número que era mayor en una primera convocatoria que debió ser postergada muy a pesar de los organizadores.
El encuentro – que toma características de concurso gracias al estímulo otorgado por el Banco BISA – promete ser sólo un primer ejemplo que esperamos, haga suficiente eco como para despertar este tipo de emprendimientos en otras facultades y carreras que a su vez puedan crear despertares a niveles superiores para que nuestra más que tricentenaria casa de estudios comprenda que tiene todas las posibilidades para convertirse en el motor principal de la producción artística y cultural de nuestra ciudad.
Belleza, sensibilidad, innovación y creatividad son ahora los aliados elegidos para brindar información económica desde los cuerpos y voces de los alumnos de la carrera de economía que “indagan en sus talentos mostrando que el asunto de la educación no consiste en aprender por aprender” nos decía Ricardo Baldiviezo mientras el primer grupo de alumnos/actores se preparaba para su presentación en un escenario que, pese a su magnificencia, hermosura y buen grado de conservación, ponía en evidencia su total carencia de equipos propios.
En fin, se trata de un gran primer paso, un emprendimiento que debe ser imitado desde otros centros, un posible paradigma educativo que permite una comunicación más fluida, íntima y comprometida entre universidad y sociedad.
A esta actividad sólo le quedan dos jornadas que se realizarán el sábado 1 y domingo 2 de septiembre a horas 18:30 en el Teatro Gran Mariscal de Ayacucho; dos noches de teatro e información económica a las que asistiremos pagando esos cuatro bolivianos de entrada.

domingo, 26 de agosto de 2012

Gracias Julio

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

(Hace 98 años nació este gigante de gigantes. Siempre estaré agradecido por tus textos querido Julio)

lunes, 20 de agosto de 2012

Biografía obligatoria

cada vez mas diseñados (obligados) a consumir y desechar.

Ser o no ser, esa es la cuestión: Ser qué, quién y cómo.


Con gran alegría recibí la noticia de las presentaciones que realizará el grupo de Teatro de los Andes en el teatro 3 de Febrero del 23 al 26 de este mes, ofreciendo al público de nuestra ciudad (Sucre) su nuevo trabajo: Hamlet de Los Andes.
La obra, que ya salió de nuestras fronteras departamentales y nacionales, regresa mas asentada y compacta cargando las experiencias y la maduración natural que todo trabajo teatral va consiguiendo con el paso del tiempo y el continuo encuentro con el público.
Nuestro Hamlet – dicen los hermanos del Teatro de los Andes – es un hombre de hoy que, como el personaje de Shakespeare, ha perdido la comprensión del “sí mismo”. Por su formación escolástica y academicista, Hamlet debería aceptar la muerte de su padre y pasar a lo siguiente, pero la visión del fantasma lo obliga a enfrentarse con otra concepción del universo. Siguiendo la sombra del espíritu, Hamlet consigue atravesar la puerta del desconocido, empezando un viaje que pueda acercarle a sus ancestros y a sus raíces. Descubriendo todo lo que la racionalidad llamaría sueño, fantasía, misterio, superstición o quizá locura, Hamlet espera poder encontrar una respuesta a sus dudas. Vivir, morir, tal vez soñar. Mientras su cerebro viaja en el más allá, el mundo real se agrieta a su alrededor y lo que queda es un vacío que no se logra nombrar. Así, la frustración y la pérdida de raíces desatarán en Hamlet una crisis existencial que lo sumergirá en el alcohol.
Y es que la muerte del padre – continúan – es una de las pruebas de la vida a la cual cada uno de nosotros es llamado. Pero, ¿qué pasa cuando la muerte no basta para cerrar la relación, cuando uno es perseguido por fantasmas que insisten en no hacer las paces con los que quedan vivos?
Y de las variadas presentaciones y críticas que hicieron al trabajo de los Andes en diferentes festivales internacionales, rescatamos algunas interrogantes:
“¿Quién es Hamlet? ¿Soy yo, o eres tú? ¿Somos todos los que nos preguntamos quiénes somos en realidad?
¿Quién es Hamlet? ¿Es apenas un personaje bajo el umbral de una puerta, siempre a punto de atravesarla, pero que jamás consigue decidirse a hacerlo? ¿Es la esencia de la humanidad y sus posibilidades y decisiones, a veces basadas en los avances de nuestro pensamiento, a veces coladas a formas más ancestrales y menos lógicas? ¿Es la esencia de cada uno de nosotros, que en realidad no sabemos si el siguiente paso es el correcto porque incluso nos cuestionamos sobre quiénes somos en realidad? ¿Es Hamlet el propio Teatro de Los Andes?”
La obra nos hablará de diferentes “verdades”. En Bolivia, existen muchos casos de gente que ha perdido la posibilidad de una comprensión del “sí mismo”, a partir de la pérdida de las raíces. Incluso hay una casta de “marginales” denominada “los aparapitas”, personas que fueron del campo a la ciudad en busca de mejores opciones y para ello abandonaron sus comunidades originales, comunidades autóctonas alejadas de las ciudades que poseen cosmovisiones propias y muy particulares. Al hacer esto, perdieron el derecho a retornar y, sin poder insertarse realmente en la cultura urbana, terminan trabajando de cargadores para ahorrar cada semana unos centavos que quizá les alcanzarán para morir ahogados en alcohol el domingo. Mientras no consiguen su objetivo de morir, se refugian en el alcohol para olvidar, o tal vez para recordar. Bajo el peso de los bultos que cargan, no se puede hacer más que ir a paso a paso hacia el destino final…

VENTA DE ENTRADAS:  martes 21, en el Teatro 3 de Febrero de 09:00 a 12:30 y de 15:00 a 19:00hrs.
Costo entrada General: 30 Bs.
Costo entrada Galería: 20 Bs.
Reserva de entradas:
Telf.: 6439174
Cel.: 75451055

domingo, 5 de agosto de 2012

lunes, 16 de julio de 2012

Valía adormecida


"Las personas con una imagen sana de sí mismas exigen respeto de los demás. Ellas mismas se dan buen trato, y con ello le indican al resto de la gente cómo debe tratárseles." 
(Andrew Mattheus)

Hemos dejado de respetarnos. A nosotros y entre nosotros.
En algún momento, los medios, el post-modernismo, las personas ya dañadas, la publicidad, el consumismo (siempre necesitado de gente que se sienta cada vez mas incompleta) han menoscabado la imagen que tienen los jóvenes (y no tan jóvenes) de si mismos.
El respeto a uno mismo ya no es algo que se busque y paralelamente, se ha disfrazado de juego el irrespeto.
Las mujeres ya no quieren ser damas y detestan ser tratadas así, se refieren con mayor frecuencia a sus amigas con términos vulgarizantes y soportan la pulla indecente de los congéneres del otro sexo dejando en evidencia su poca capacidad de valoración personal. (El asunto va más allá de lo antojadizo de la temática de equidad de género y liberación femenina que sin duda tiene poco que ver con hacerse valer por lo que uno hace y no por lo que se aparenta). ¿Que acaso no queda claro que es contradictorio autodenominarse liberado para luego dejarse denigrar a la primera oportunidad?.
Hombres y mujeres van en el mismo tren, y en picada.
Cada vez con mayor frecuencia, las poses son más comunes que la profundidad de pensamiento y la consecuencia con los ideales. Decir tonterías y opinar, basados en la primera estupidez que se leyó en la red social de su preferencia, se ha convertido en un hábito. Cada vez más en masa, domados, adormecidos, silenciados y sin valer lo suficiente como para salvarse a si mismos.
El salir del rebaño, como siempre, pone al lúcido en el ojo especulador del conjunto; los peyorativos saltan pronto y los dedos apuntan con facilidad. Mientras más devaluado, más atacado se siente el receptor de una sana crítica sin saber que "cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento son mutuamente interdependientes"* y el asunto aquí abordado, va de humano a humano, ni más ni menos.

/ *Erich Fromm

viernes, 13 de julio de 2012

Rock


No se como se determinó este día, peor me sumo al festejo :)

jueves, 12 de julio de 2012

Errare humanum est

" - Cual es la mejor manera de ocultar algo?
- Primero haz que todos crean que siempre mientes, y luego, di abiertamente la verdad."

Cuando uno ha sacado demasiados esqueletos del closet, se hace difícil para los demás creer que se han sacado todos. Pocas personas han intentado comprender en realidad la dinámica y raíces de la desconfianza entre los seres humanos.
"Hazte de fama y échate en cama" - dicen por ahí - y eso funciona para lo bueno y para lo malo. Difícilmente la gente confía en ex convictos o en ex adictos sin saber, que esa misma desconfianza es la que provoca que estas personas, que intentan reinsertarse en la sociedad, terminen reincidiendo en esas conductas que pretendían superar. Es en base al mismo principio que sabemos que es más fácil disculpar descuidos de personas que regularmente suelen ser responsables o tienen esa "fama" al menos.
¿Cómo pretender que la gente crea en nosotros? siendo lógicos ¿cómo juzgar a quien nos juzga?. Es tan difícil aceptar los brotes de sinceridad de algunas personas; es terriblemente fácil sentir que nos decepcionan y estar hasta seguros de ello aunque el sesgo entre lo real y lo imaginario se haga a veces imperceptiblemente grande.
Muy duro trabajo tienen las personas que procuran recuperar nuestra confianza, más aun cuando hay tanto fantasma suelto haciendo caer cosas alrededor y creando interferencias. Pero a veces, debajo de las sábanas no hay mas que aire y esos temores se pierden frente al uso de la razón y la lógica.
Aceptemos de una vez las imperfecciones de los demás. Es importante ser razonables, entender los vectores comprometidos, las intrincadas dinámicas del equívoco; sus razones, sus sinrazones, su fuente a veces vinculada a el deseo paradójico de no fallar.
En las miradas se aprecian cosas que las palabras a veces postergan, omiten, olvidan o yerran tan inoportunamente. Es cuestión de indagar y cuestionarse pero nunca más allá de la respuesta que a veces está frente a nuestras propias narices y simplemente no estamos pudiendo verla a causa de nuestras propias conjeturas equivocadas.

La imagen pertenece -  por supuesto - al gran Quino

jueves, 5 de julio de 2012

Inicio de jornada

Con toda la convicción que me queda, con las ganas que hacen falta; para sentir el placer de cumplir una labor tras otra, para apostar los dones, para dejar de estar a la espera como presa del tiempo y ser lo que soy al sol, me empeño en crear y manifestar.
Con el miedo natural a lo desconocido, con el desconcierto del ermitaño que se da cuenta de que está solo, deseando no crear sombras (aplicando la experiencia propia), decido dar otros pasos y andar nuevos caminos.
Las primeras lineas han sido colocadas como pentagrama, mi energía se condensa en otra gente, se despliega en objetos, en cartón, en tela, en tablas. Duelen ya los minutos que se invierten fuera de las prioridades, el compromiso está hecho, la sangre hierve, la duda quema, lo demás pierde volumen, estamos a la entrada del embudo, en el punto sin retorno.
Entregarse al arte o al amor es lo mismo: arriesgarse en serio, ser sincero, estar desnudo, evitar pensar desde la visión de otros y redefinirlo todo desde la mirada de uno, desde el sentir puro y más allá de lo que se supone que se espera de ese trabajo.
No seré frío, templado, despiadado y triunfador sólo porque eso esperan los amigos, seré nomas sumiso y entregado; abnegado o violento dependiendo de lo que la construcción solicite. Las limitaciones son claras, estamos empezando de cero, los materiales son nuevos, las personas neófitas y los miedos añejos, arraigados y robustos. 
Pero de tanto andar aprendí a caer, y a seguir andando de tanto caer.

sábado, 23 de junio de 2012

El temor de la fragilidad

¿Cuán peligroso es lo sucedido en Paraguay?. ¿Qué es lo que se cierne tras ese disfraz de aceptación que le impusieron a Lugo?
Si se pudo hacer allá ¿cuál la razón para no hacerlo aquí, o en la Argentina, o en cualquier otro país que tiene gobiernos que de alguna manera no se han reculado frente a las oligarquías?
Bajo ningún caso se debe permitir que una elección democrática sea sobrepasada por intereses que pongan en el poder al mejor títere disponible en la vitrina. Lo único que podría tener mayor valía que la institución democrática, en último caso, sería la manifestación masiva, mayoritaria y directa de la voluntad del pueblo en las calles en pie de revolución; y nada de eso se pudo evidenciar en el vecino país.
Lo único que hasta ahora muestra la precaria - pero existente - madurez de la democracia latinoamericana es el silencio diplomático que ha castigado a aquel país pseudodecapitado. Se sabe que muchos mandatarios del continente, han decidido no reconocer un gobierno que no surgió de las urnas, varios emisarios se reunieron para coordinar "próximas acciones" y esto sin duda hace ver que la sentencia en contra de una charada tan patética ha sido unánime.
- Hoy no es Fernando Lugo el que recibe un golpe - decía Lugo en un primer mensaje, tras su "destitución" - hoy no es Fernando el que es destituido, es la historia paraguaya, su democracia la que ha sido herida profundamente. En el ataque, han sido transgredidos todos los principios de manera cobarde, de manera alevosa y espero que sus ejecutores tengan presente la gravedad de sus hechos(...).
Siento una mezcla de sensaciones entre rabia, espanto y esperanza. El temor de la fragilidad es esa mirada fija en la democracia nuestra que parece una fina, invaluable y hermosa cristalería. Tan vulnerable, una tentadora maravilla que invita a los megainadaptados a caerle en odio.
¿No aprendimos nada?, ¿deseamos que se nos gobierne aun a palos o los del garrote aun no saciaron su sed?. Comienzo a dudar de que algo sea cierto, ¿y si todo es un montaje y en verdad sólo quieren hacernos sentir el espejismo de lo democrático? ¿y si sólo nos contaron el cuento de la libertad y la democracia?. Como sea es urgente y mejor seguir creyendo, luchar aunque sea dentro de esa fantasía cruel que se montó para apaciguarnos, tal vez y mas adelante, como siempre pasa: la burbuja se venza.


Imagen:
La mala palabra
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jueves, 21 de junio de 2012

Valer lo que uno cree



"Un choque de egos no es otra cosa que una absurda pelea de perros".

El amor propio puede terminar siendo una bestia insaciable.
A veces somos crueles queriendo averiguar hasta dónde son capaces de llegar algunas personas por nosotros y ponemos a prueba a nuestros amigos, a nuestras parejas, a nuestros familiares o a nuestros compañeros de trabajo para satisfacer una curiosidad que nos permite crear parámetros y conocer límites; y mientras más capaz es alguien de hacer algo por nosotros, más sobrealimentamos a ese monstruo con el que convivimos en tan frágil relación.
El amor propio, como si fuera una mascota fiel, nos libra de permitir que nos menosprecien, sometan o humillen y nos permite salir de situaciones que - si no fuera por él - creeríamos que son lo único a lo que en verdad podríamos aspirar (ese "poco" que merecemos). La bestia nos empuja a conseguir lo que creemos en verdad merecer, pero como todo, debemos saber que es muy vulnerable al desequilibrio y desentono.
Hay una enorme diferencia entre alguien que se quiere y alguien que pretende ser más de lo que es.
Debemos saber distinguir bien cuándo estamos haciendo un favor a alguien, sin dejarnos arrastrar por la soberbia que nos hará creer que en realidad andamos por el mundo haciéndole el favor, a todos los que nos rodean, de permitirles rodearnos. 
Cuando el amor propio se vuelve egocentrismo la bestia ya no es bestia sino monstruo y la gente alrededor termina huyendo porque el supuesto amo casi nunca tiene la envergadura para controlarlo.
Pero también es un error creer que alguien nos debe un favor porque fuimos capaces de perdonarle fuertes ofensas. Uno perdona porque así lo decidió y el ofensor no le debe favores ni tratos especiales al ofendido, pero esa bestia interna, a veces solicita sangre como ofrenda de perdón en su intento de creerse superior.
Uno vale lo que vale, ni más ni menos. No vale cada uno con cada quien de manera diferente sino que todos nos valoramos de formas distintas sin que eso en verdad incremente o reduzca nuestro verdadero valor. Porque alguien no pueda darse cuenta de quienes somos, no dejamos de ser lo que valemos.

lunes, 18 de junio de 2012

Abundancia y exceso

Desear tener todo es avaricia. 
Sólo se debería pretender lo que se necesita pues, conseguir aquello, es suficiente para sentirse satisfecho.
Las oportunidades tienen fecha de vencimiento porque cada cosa tiene su lugar en una linea temporal concreta; y aunque pudiésemos tener más de lo que precisamos gracias a la aparición de mas oportunidades, tenemos también que aprender a dejarlas pasar a veces porque aparecen anacrónicas o simplemente porque ya se tiene satisfecho lo que ofrecen.
Los que pretenden demasiado terminan siempre insatisfechos y luego, consumidos en su delirio egoísta, creen que los que no piensan igual son seres mediocres. 
Cada uno ve desde sus filtros, cada quien piensa como le place sobre una situación concreta y sólo en la exteriorización de ese pensar encuentra la posibilidad del contraste en el pensar del otro y esto nutre nuestras perspectivas.
Discernir no es ver lo bueno o malo sino simplemente lo conveniente o inconveniente de algo, ya sea una persona, un bien o un conocimiento. Un sentido poco desarrollado el del discernimiento y cada vez mas atrofiado por esta avaricia que no nos otorga el poder de decidir y nos convierte en ciegos perseguidores, en ávidos pero ignorantes consumidores.
Sabemos que la renuncia es dolorosa y la abnegación muchas veces mal recompensada pero permanecer deseando más de lo que necesitamos es no saber reconocer los dones recibidos. No hablamos de gratitud teológica, sino del reconocimiento a lo que uno mismo ha conseguido caminando y siendo. 
Casi todos tienen más de lo que necesitan y poco a poco estamos acostumbrándonos a desear mirando al vecino. Hemos olvidado que el deseo debe basarse en lo que uno mismo necesita y no en lo comparativo de lo que consiguieron los demás.

miércoles, 13 de junio de 2012

Ray Bradbury (+)


"Sólo podemos progresar y desarrollarnos si admitimos que no somos perfectos y vivimos de acuerdo con esta verdad."

Ray Bradbury (1920 - 2012)

Inconsecuencias?

"Inconsistencia, inconsecuencia: qué difícil es tomar decisiones…  qué difícil es mantenerse firme con lo decidido…  qué difícil es cambiar de parecer.(...)" 
- Fragmento - (Fausto E. Bonifaz) 

Persistencia contra tibieza: ser flexible o entercarse. Hasta lo que en apariencia es lo más fácil de decidirse, tiene justo en esa apariencia la duda que lo hace difícil per se. 
No hay segundo en la vida en la que no se estén tomando decisiones: ¿Llorar o perder el miedo a la oscuridad?, ¿evitar tal vez la travesura?, ¿la virtud o el vicio?, ¿la carrera, la pasión o el precipicio?.
Al menos para el ser que existe sin automatismos (síntoma de haber renunciado a la vida real), cada segundo es una decisión que implica en si misma un conflicto interior.
¿Qué sino nos mueve para levantarnos en la mañana? ¿qué sino nos ha distanciado - al menos hasta ahora - de los basurales y el anonimato del indigente renegado?, ¿qué sino nos da la razón o el equívoco?.
Cada rumbo cobra peso al evitar la tibieza, al soportar cada tropiezo. Consecuencia de una decisión es cada suceso y cada segundo se sucede incluso si se decide no decidir nada.
No es de tibieza de lo que se templa el acero ni es de rigidez la comodidad del elástico. Las renuncias no son de unos segundos y se apuesta fuerte o se evita el juego.
El camino que asumimos es lo que nos mide, ese que hacemos caminando entre dudas resueltas al paso. Será ancho, o estrecho, de subida en el esfuerzo, descendente en la comodidad. Brillante, en penumbra, solitario o en par. Cada juego de huellas es un reflejo inequívoco de cada cual.
Es difícil asumir los errores y darse cuenta que se tiene que parar de caminar, o que se debe cambiar de rumbo, o tal vez que se tiene que esperar. Es difícil asumir lo decidido, es difícil decidir cambiar los hábitos simplemente por querer mejorar. 
Asumir una postura no es creer que será así para siempre, es saber que siempre se puede cambiar. Pero no al primer soplido, no se trata de saltar todo el tiempo a lo que parece un mejor lugar, de venderse al mejor postor. 
Ser consecuente es persistir en lo que vimos correcto aunque algunas cosas no salgan como uno las espera. Decidir algo sólo esperando sus beneficios es vivir en la falsedad. Es cómodo - no lo dudo - es sencillo pero no tiene ningún merito al final. Lo gratis también nos cuesta (no se si se entiende en verdad).
Como sea, es mejor a veces no hacer mucho y decidir esperar. Luego, en el camino que andamos se verá clara esa pausa; no como bache ni como lunar, sino como símbolo de madurez y sabiduría de tortuga. 
Decidir es inevitable, como morir o equivocarse. Pero tomar la decisión siempre es acertado y no así el dejarse llevar (que tampoco es siempre un error).  
¿Hay decisiones sencillas?. Pareciera que si ¿verdad?. Pareciera que la lógica funciona pero por cada cosa que se obtiene algo equivalente se pierde o se posterga aunque no nos percatemos de ello.
(Hermoso el arte de la palabra, hermoso por ahora, frente a la soberbia del capital).

lunes, 11 de junio de 2012

Secuencias y ciclos

¿En que termina ese conteo de capítulos que hacíamos de nuestras vidas? ¿A donde pretendemos que nos lleve ese medir, ese tazar tan desesperado?, ¿qué nos lleva a todo ese eterno calcular de pasos y posibilidades?
Cada uno es un ser-para-la-muerte y pierde incontables segundos atemorizado por el devenir incontrolable de los sucesos. Cada decisión se hace proyectando la energía hacia la incertidumbre del futuro y cada proyecto es sólo un golpe de voluntad que busca precipitar ciertas cosas que tal vez sucederían antes si las dejáramos caer por si mismas.
Nudos y desenlaces tan continuados, tan en secuencia; tramas que se van tejiendo como intrincadas telarañas dispuestas a alojar y retener, a liberar o consumir; la vida no es más que una montaña de experiencias apiladas, apiñadas u ordenadas y archivadas en orden cronológico. A veces es recuerdo difuso, imagen y sonido reprimidos o indeseable suceso inevitado.
Página tras página se van escribiendo nuestros mundos. Se desnudan como alcachofas los secretos del universo mientras la promesa de la infinidad de los ciclos se hace cada vez más aprehensible.
El humo es ahora olvido, mensaje, errata, suspenso y cierre. Es inicio y fin, alfa y omega, es presencia continua y sonrisa precisa mientras el tiempo se adapta como líquido a la fuente que lo contiene en los relojes.
Hemos pedido tanto como mendigos que se hace raro no pretender más de lo que hubo. Cada quien aprende tarde o temprano que lo que se obtiene no es diferente a lo que se pierde o no se tuvo. Cada cosa, suceso o persona es independiente como numero exacto en una linea sintónica radial y su relación con nosotros en un punto preciso del espacio-tiempo no crea una diferencia en sus elementos esenciales. Es como que a cada cosa en el mundo no le importara haberse chocado con todo lo que le coexiste debido a lo pequeño que es ese suceso dentro del incontable número de universos paralelos en los que dicho encuentro no sucedió.
No somos tan importantes; nada lo es y por esto todo es invaluable. ¿en qué sino termina todo este contar de capítulos? 

miércoles, 6 de junio de 2012

Día del maestro


A cada persona que nos ha enseñado y ha logrado que mejoremos en cualquier ámbito de nuestras vidas. A los que nos evaluaron y corrigieron; a padres, amigos, profesores y tanto ser que se cruzó para que aprendamos algo nuevo en la vida; incluso a todos aquellos que hicieron ese trabajo sin desear hacernos el bien. A todos ellos, gracias.



lunes, 4 de junio de 2012

Avance silente

El sintonismo persiste, cada cosa fluye inalterable y las causas empujan los sucesos mientras los azares se ciernen encapsulando aun más las posibilidades.
Brilla el tiempo con luz mas intensa, se hace más perceptible, se acomoda sin empujones ni inflamaciones; las sonrisas se entregan al aire mientras la música no deja de sonar alrededor.
Algunos ojos parecieran haber cambiado su filtro, se inclina la balanza y la espada de Damocles se siente como un elemento bajo completo control y subordinación a mis decisiones.
Las fuerzas y los vectores se centrifugan en este ying-yang; se alisan, se nivelan, se reescriben, se direccionan nuevamente, se alivianan y optimizan. Como cuerdas de una guitarra, se afinan y armonizan sin perder su independencia. Cada fuerza tiene un sentido, cada nota un lugar, cada combinación un por qué.
El gran orbe, siempre ciego, parpadea apenas intermitiendo algunas visiones de un futuro, siempre vestido de incierto.
Cada persona redefine su valía constantemente. Se cotiza y devalúa cada quien con cada acción u omisión cotidiana; en ese pulsar constante son miles los bips que crean picos y simas en infinitas gráficas vitales.
Codo a codo se caminan senderos variados, más de una mirada nos asecha, mas de una voz nos comenta, mas de una mano nos aplaude o desaprueba mientras avanzamos casi presos de una inercia desatada por nosotros mismo.
Verdugos, víctimas y jueces; corderos y pastores, todos los roles se juegan y se visten también todos los disfraces cuando uno se abre al universo sin desesperanza cuidando los pasos pero sin forzar las seguridades.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Mocambo; del mar y la madurez


Tal vez sea necesario tener esa memoria ancestral para poder desenmarañar los subtextos vinculados a cada cultura de una manera tan adecuada; para poder sustituir elementos y mantener esencias, para poder tocar ciertos temas circundantes con tanta crudeza, para poder acercar al público tanto a una realidad usando, por necesidad, una compresión tan severa.

Con bases claras en signos que se remontan tan circularmente a la cultura misma de la que se extrae la fábula, la obra se deconstruye sobre sus propios y nuevos signos funcionando armónicamente, entre esos iniciales y las nuevas convenciones creadas a partir de ellos regalando esa sensación de que nada dentro de escena es forzado. 

Karen Lisondra demuestra una gran madurez al sumar de manera correcta los elementos escenográficos y sonoros a una actuación sincera y contundente que transmite con claridad la enorme carga sensible que el trabajo contiene, permitiendo que ese espacio - hábilmente propuesto por Amado Espinoza – evolucione a través del transcurso de la obra subordinado siempre a la voluntad de la actriz y su dramaturgia (de la niebla, a la vitrina, a la jaula, al mocambo). 

Lo sonoro,propuesto por Manu Estrada, juega también un papel importante y su dosificación correcta alcanza ese doble objetivo de mantener la intimidad, evitando que la actriz deba incrementar el volumen de su voz, mientras juega a no responder siempre a lo que se propone visualmente. Y por su parte, el vestuario, sin más pretensiones, es bastante funcional y así logra  sumarse a una larga serie de elementos bien concatenados en la propuesta. 

 La voz de la actriz se hace esperar deliciosamente hasta un momento preciso en el que Lisondra pasa de explotar su corporalidad a evidenciar sus habilidades gestuales, todo dentro del ritmo que se mantiene y la tensión que persiste dejando en duda la duración real del trabajo que no decae pese a la rigurosidad de la temática asumida. 

La obra Mocambo, va más allá de hacerse de “sólo lo necesario” ofreciendo una gran cantidad de placenteros bonos que no se perciben conscientemente por estar tan bien combinados paradójicamente por ese deseo de no ser demasiado pretenciosos. 
Presenciar el estreno de esta obra ha sido, sin duda alguna, un privilegio que deja en evidencia la larga y variada trayectoria de la autora y actriz que supo aprovechar la energía de sus propias motivaciones para llevarnos a la mímesis del relato en un mágico paralelismo con esos signos ancestrales reescritos sobre sus propias huellas que se borran en su bien recreado oleaje marino.
Fotografía: Aleyda Alvarez

domingo, 27 de mayo de 2012

Sólo mi arte vale

Seres humanos incompletos. Irreverentes narcisos se pasean por los escenarios creyendo que sólo su arte vale.
Nadie se merece más la atención de la mirada que sus propias performances; de nada sirve un esfuerzo ajeno pues sólo la propia voz merece ser oída por el público. 
Entre artistas el respeto es mínimo; imbuidos en su precaria gloria, los actores no van a conciertos y si van, no escuchan; y los músicos, en extraña reciprocidad, no suelen disfrutar mucho del teatro o las exposiciones pictóricas. 
No generalizamos pero poco a poco, cuando crece el ego, el gusto por percibir al mundo exterior pareciera deteriorarse en esos seres irreverentes y egocéntricos haciendo que sólo sus propias ideas resuenen en su cabeza como ecos de si mismos, como distancias generadas por una autoestima descontrolada y retroalimentada de forma desmedida, cíclica y en espiral.
Con actitud de superestrellas, esos pequeñitos a los que se les concedió algo de talento o disciplina, se vanaglorian de su mezquino (y ambiguo) triunfo sobre el sistema de autómatas licenciados y luchadores de escalafón y fuente laboral, alejándose - en su vanidad - de esa sensibilidad que un día fue la verdadera razón y motor de su inclinación por la labor en el arte.
Los más bajos confunden el respeto que se merecen como artistas con un falso derecho a ser engreídos. De pronto pareciera que algunos de nuestros artistas creen que los demás han nacido sólo para disculpar sus errores o solucionar sus problemas pasando por alto sus defectos.
Seres incompletos, irreverentes narcisos son genios del disfraz, se visten de laureles, utilizan sus auras, aprovechan el efecto de halo que provocan sus "habilidades" especiales y siguen siendo vistos hasta con admiración.
Todos aman a los famosos y sus berrinches, al Hollywood de excesos, al rockstar con actitud de menosprecio; tanta gente los sigue y emula que al final  no nos sorprenderá que una oficina silenciosa termine albergando más sensibilidad que un poema, un oleo o un escenario.

martes, 15 de mayo de 2012

El valor de lo que se comunica (no de lo que se pretende comunicar)

El proceso de comunicación es algo fascinante y complejo.
Un sujeto A, intenta mandar a un sujeto B un mensaje C; es eso básicamente. Pero ¿qué hace que ese mensaje C sea lo mismo para ambos sujetos?. A, podría estar intentando explicar con saltos y gestos que una casa se incendia mientras B lo mira sonriente, complacido por las simpáticas monerías de su interlocutor.
Es ahí donde entra el código como conjunto de reglas propias de cada sistema de signos y símbolos que el emisor utiliza para trasmitir su mensaje, Ejemplo: la gramática de los idiomas, en la informática serán los algoritmos, el sistema de rayas y puntos del morse) .
Pero pese a esto, el valor del mensaje no siempre es el mismo aunque el código así lo pretenda. Recordemos que el mensaje es el contenido mismo que se quiere transmitir, la información que se envía, ese conjunto de ideas y sentimientos que se intentan expresar y salen codificadas de aquel primer emisor.
Sea como sea, será siempre el receptor el que termine sentenciando el mensaje y lo que significa, el le dará un valor final que, compartido - a través de un proceso idéntico - con el emisor inicial (que pasa a ser receptor) creará la llamada retroalimentación (feedback). Y es recién ahí que esos valores de emisión y recepción se nivelan un poco creándose convenciones más sólidas y profundas.
El feedback permite entonces que aquel mensaje que se transmite sea cada vez menos equívoco y es por eso que lo que se comunica, pasando por este proceso completo, tiene un peso cada vez mayor y con menos posibilidades de ser malinterpretado.
Lo comunicado, bajo el soporte del feedback, suele ser cada vez mas lo que en verdad pretende significar.

jueves, 10 de mayo de 2012

Inconsistencia

Disculpen la ignorancia pero nunca entendí la búsqueda de privilegios absurdos por parte de los galenos.

Pieses


ejercicio de unir nuestra literatura con otras disciplinas junto a Miércoles de Ceniza

lunes, 7 de mayo de 2012

domingo, 6 de mayo de 2012

El ser social, una especie en peligro de extinción

El egoísmo nos ha llevado a creer que no tiene ningún sentido hacer algo por alguien que no sea uno mismo. 
Este pensamiento, cada vez más inculcado en la mente de los hombres, desvincula al sujeto de la sociedad. Y este sujeto, además anestesiado - pero también guiado - por la virtualidad de comunicación y contacto, que se da a través de la informática, la televisión y otros medios similares, va insertando en su imaginario - desde muy temprano y por simple analogía especular - la certeza de que los demás tampoco tendrían que hacer nada por uno y de esta manera, se traza un círculo que va devaluando cualquier tipo de reciprocidad de gestos probos entre seres humanos. 
A veces pareciera, que en realidad no nos convertimos de a poco en sujetos a los que les cueste dar, sino recibir. 
Es por equivalencia, y respondiendo a neo-valores (o antivalores polarizados como el orgullo o la vanidad), que uno prefiere aspirar a la "independencia" cada vez con más celeridad porque, como ya dijimos: si este mundo post-moderno no ve con buenos ojos al ser solícito, menos aun lo hará con el ser solicitante. 
Esta mal llamada "independencia" no es tanto la referida a la salida del seno familiar (que en realidad, en nuestro medio, es un efecto producido por la alienación causada por los audiovisuales angloparlantes) sino mas bien aquella que provoca la fantasía de ser autosuficiente a todo nivel y por ende no necesitar ningún gesto de nadie.
El contrato social en realidad se ha quebrado. Este "no querer recibir nada de nadie", se hace también con la intención de no quedar nunca en deuda con nadie. Así, de forma extrañamente voluntaria y aceptada en calidad de rebaño, cada individuo queda a merced de su propia suerte en un lugar donde su supervivencia dependerá de sus propias ansias de hacer prevalecer su visión y valía sobre las de los demás, a los que, recordemos, no les debe absolutamente nada.

viernes, 27 de abril de 2012

Cordura


Tengo ganas de volverme loco,
quiero babearme encima, sentado,
mirando el techo mientras me balanceo.
Tengo ganas de volverme loco,
se me antoja entregarme al encierro.
Tengo ganas de volverme loco,
quiero renunciar a mis talentos,
darle la espalda a la alcurnia.
Tengo ganas de volverme loco,
justo ahora me parece buena idea.
Tengo ganas de volverme loco,
no senil, sino joven,
no esperado, impredecible.
Tengo ganas de volverme loco,
de ser vagabundo, 
de olvidarme hasta de mi.
 Tengo ganas de volverme loco,
sin pánico ni pena
Tengo ganas de volverme loco,
tengo ganas de volverme loco.


miércoles, 25 de abril de 2012

Pulsión


Reneguemos contra este asunto de no permitirnos estar bien o le busquemos una solución. ¿Qué es todo esto de vivir y querer matarnos?

Pobre Venus, creada con afán y mutilada con premura. Patético ejemplo de la humanidad, clara metáfora de ese construir algo para darle de golpes y ver si aguanta. Castillos de arena diseñados a medida del ansia de destrucción.

Eros y Tánatos, tan internos y externos, tan cíclicos, tan intercambiables. Como piecesitas de rompecabezas que encajan en cualquier lugar, siempre bienvenidas, comodines que desacomodan; tensión, azar, dinámica.
¿Desde qué ángulo se ve el que se cree lo mejor sin serlo?, y ¿gracias a qué perspectiva se miniaturiza el grande que poco valor se da? ¿De qué color son los fantasmas que se vuelven filtros de luz y determinan el matiz de nuestra percepción?. 

Sumisos azules, rojos sedientos de dolor... 
¿Qué determina el que unos se autodestruyan mientras otros buscan a toda costa autopreservarse?, ¿qué impulsa a algunos a crear lazos mientras a otros les nace esa necesidad de destruirlos junto a las sociedades y los dogmas?. 
Dicen algunos, que nuestros modelos nos pusieron los primeros filtros y por eso, mas adelante, nos cuesta romper los envases a los que nos apegamos por defecto. Ahí está la cadena de infelicidades familiares, la actitud combativa, la de renuncia, el goce por la destrucción, la rigidez de la autocrítica, cada efecto nocivo y bendito de la herencia giran lado con lado en un eterno lance de moneda... pero... es obvio que no a todos les importa todo esto. 
De qué nos sirve lamentar la incertidumbre de las estructuras si total no importa si al final se desmoronan y caen. Si total nada de lo que se haga será suficiente a menos que sea en la ilusión de serlo. 
Renuncia y estaticidad: ni destrucción, ni ruego, ni supervivencia. Todos quisiéramos ni estar expectantes a lo que sucediera, si así se decidiera.

domingo, 22 de abril de 2012

jueves, 19 de abril de 2012

Contrapeso

¿Quién determina lo justo?, ¿lo correcto?.
Cada persona tiene insertada una escala de valores que responde a muchas variables. La educación, el carácter, la sensibilidad, la historia personal y hasta la inteligencia.
Así, algunos anteponen la lealtad al dinero, otros al egoísmo ante la honradez, alguno a dios sobre la amistad o valoran a la moda como equivalente de la conciencia ambiental.
Lo que a algunos les parece invaluable a otros a penas les interesa. La indiferencia ante las emociones es también un precio que se paga por la ausencia de sensaciones de mayor intensidad y la soberbia de juzgar a todos con nuestra propia medida es un error que cometemos cada dos o tres pasos.
¿Somos culpables de nuestra propia infelicidad?, este intento de hacer girar al mundo a nuestro ritmo, a nuestro tono y bajo lo que cada uno de nosotros cree correcto ¿es la razón real de nuestra sensación de frustración?; este influir en nuestros entornos, nos interpela ante el otro a cada segundo. Somos como partículas que no dejan de golpearse unas con otras, aparentemente sin sentido pero generando la energía suficiente para mantener al universo con vida.
¿Es mejor acaso ser víctima de la inercia?, ¿ser aceptación pura?, ¿resignación de cadáver?, ¿silencio de cordero?. Al menos así, la pretensión cae a cero y la decepción, por lógica, adquiere ese mismo valor.
¿Quedarse en silencio para aprender a estar conformes?, ¿acostumbrarse a recibir en lugar de dar y proponer?; no lo se, creo que ser recipiente en lugar de contenido, no es una opción para los que prefieren valer algo.
Pero, ¿qué es valer, en todo caso, sino la subjetividad determinada por esa escala adquirida? Sería importante conocer los límites polares de pretensión y conformismo para conseguir el equilibrio de una tolerancia en alerta.

Imagen: Manu Estrada

miércoles, 18 de abril de 2012

Talión

En este mundo uno también victimiza siendo víctima.
La canasta de cangrejos siempre está llena porque el hundido no sabe hundirse solo y aprovecha de algún modo cualquier oportunidad que tenga, para compartir con el vecino la pena que le acongoja.
No sabemos ver a los costados mientras vamos armando laberintos, y con la cabeza en tanto barquinazo, arrollamos a cualquiera a nuestro paso porque nada mas nos importa que rechazar del mundo cualquier cosa que crea, que ante nosotros, es más importante.
Somos malos tazando las cosas, valorando a la gente somos peores, sobre los píos se urden temores y no hay laureles para los valientes visitantes. Ningún esfuerzo merece recompensa y el cariño que se brinda mal se paga, vale mas la neurosis robotizada que el dolor de un poema sin remitente.
Anda todo descompuesto, poco hacemos durar tanta dulzura, al mal de ser sincero te lo cura el desprecio virtual de no ser nada; Andamos por ahí siendo verdugos pese a la ceguera permanente, al pan: pan, diente con diente y cobramos a cualquiera lo indebido.
Dolor sobre dolor son los ladrillos, y sin querer vamos creando muros, de tu lado tu y yo del mio vamos haciendo murallas los humanos. Sangre y congoja son el mundo, ser víctima es también causar quebranto, nada en un almuerzo pudo dolerte tanto como lo que me hiciste a mi en un desayuno.

miércoles, 11 de abril de 2012

Dado a menos


Tan defectuoso, tan difícil
terco, tajante, tarrasco;
impropio, pesado, pasajero.
Tan defectuoso, tan inconsistente
soñador, sonoro, solo;
benefactor, quimérico, cándido.
Tan defectuoso, tan transeúnte
nómada, nostálgico, noctámbulo,
irreverente, kármico, paranoide.
Tan defectuoso, tan castigado
olvidado, obviado, obtuso
reemplazable, ni de adorno.
Tan defectuoso... tan humano.

martes, 10 de abril de 2012

Enfado de abril

Amor, me siento intranquilo...
Está el peso ese que me cargo encima,
ese absurdo que me preludia,
ese monstruo que me subsidia.
Tengo el malestar de enojarme sin medida
de no entender el mundo
de contraponerme, de frío, de perfidia.
Te veo, tan simple, tan sencilla,
y tan compleja, anacrónica y exquisita
que no dejo de preguntarme que hago yo
para ser lo que soy y no entenderme,
y soportarme a penas entre tanta gente
para creer que las cosas no son diferentes
sino como son. (tan simplemente).
No estoy triste, no estoy ebrio
- más que de verme -
y no se a donde me lleva tanto brío
tanta incontrolable cosa
tanto camino.
Amor, no tengo enfado - más que conmigo -
si ando escribiendo versos tan de noche,
es porque luego los olvido.