Nos han enseñado a estar disconformes y a soñar “algo mejor”
nos acostumbramos a creer que el mundo es solo un callejón
Es tan insano vivir siempre imaginando un carrusel
sin subir nunca a uno a dar la vuelta
el desvarío de lamentar aquello que nunca fue
lo causa toda esta inútil espera
pensar el cómo sin saber nuestro por qué.
Tan acostumbrados a esperar de todos lo que uno nunca da
nunca comprendemos que nada nos deben y que no todo es ganar
Cuando era niño me contaron que se nos quemaba el sol
y comprendí que solo así calienta
aquel entonces supe bien que a veces era lo mejor
dar lo que tienes sin pasar la cuenta
no confundir entrega con simple favor.
Pasan los días, parece que fueran años
cada segundo despacio.
Al cerrar la puerta no me imaginaba que te encontraría a vos
tu no me esperabas no querías nada y eso te causó temor.
Con cada obstáculo que vences cuando decides vivir
se siente como subir más la apuesta
y es muy sencillo arriesgar tanto sin dejar de sonreír
pues no se pierde lo que no se presta
la libertad de la renuncia si es riqueza.
Cada segundo se siente aquí y ahora
Ni pasado, ni futuro se añora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario