En facebook

jueves, 21 de junio de 2012

Valer lo que uno cree



"Un choque de egos no es otra cosa que una absurda pelea de perros".

El amor propio puede terminar siendo una bestia insaciable.
A veces somos crueles queriendo averiguar hasta dónde son capaces de llegar algunas personas por nosotros y ponemos a prueba a nuestros amigos, a nuestras parejas, a nuestros familiares o a nuestros compañeros de trabajo para satisfacer una curiosidad que nos permite crear parámetros y conocer límites; y mientras más capaz es alguien de hacer algo por nosotros, más sobrealimentamos a ese monstruo con el que convivimos en tan frágil relación.
El amor propio, como si fuera una mascota fiel, nos libra de permitir que nos menosprecien, sometan o humillen y nos permite salir de situaciones que - si no fuera por él - creeríamos que son lo único a lo que en verdad podríamos aspirar (ese "poco" que merecemos). La bestia nos empuja a conseguir lo que creemos en verdad merecer, pero como todo, debemos saber que es muy vulnerable al desequilibrio y desentono.
Hay una enorme diferencia entre alguien que se quiere y alguien que pretende ser más de lo que es.
Debemos saber distinguir bien cuándo estamos haciendo un favor a alguien, sin dejarnos arrastrar por la soberbia que nos hará creer que en realidad andamos por el mundo haciéndole el favor, a todos los que nos rodean, de permitirles rodearnos. 
Cuando el amor propio se vuelve egocentrismo la bestia ya no es bestia sino monstruo y la gente alrededor termina huyendo porque el supuesto amo casi nunca tiene la envergadura para controlarlo.
Pero también es un error creer que alguien nos debe un favor porque fuimos capaces de perdonarle fuertes ofensas. Uno perdona porque así lo decidió y el ofensor no le debe favores ni tratos especiales al ofendido, pero esa bestia interna, a veces solicita sangre como ofrenda de perdón en su intento de creerse superior.
Uno vale lo que vale, ni más ni menos. No vale cada uno con cada quien de manera diferente sino que todos nos valoramos de formas distintas sin que eso en verdad incremente o reduzca nuestro verdadero valor. Porque alguien no pueda darse cuenta de quienes somos, no dejamos de ser lo que valemos.

No hay comentarios: