En facebook

jueves, 5 de julio de 2012

Inicio de jornada

Con toda la convicción que me queda, con las ganas que hacen falta; para sentir el placer de cumplir una labor tras otra, para apostar los dones, para dejar de estar a la espera como presa del tiempo y ser lo que soy al sol, me empeño en crear y manifestar.
Con el miedo natural a lo desconocido, con el desconcierto del ermitaño que se da cuenta de que está solo, deseando no crear sombras (aplicando la experiencia propia), decido dar otros pasos y andar nuevos caminos.
Las primeras lineas han sido colocadas como pentagrama, mi energía se condensa en otra gente, se despliega en objetos, en cartón, en tela, en tablas. Duelen ya los minutos que se invierten fuera de las prioridades, el compromiso está hecho, la sangre hierve, la duda quema, lo demás pierde volumen, estamos a la entrada del embudo, en el punto sin retorno.
Entregarse al arte o al amor es lo mismo: arriesgarse en serio, ser sincero, estar desnudo, evitar pensar desde la visión de otros y redefinirlo todo desde la mirada de uno, desde el sentir puro y más allá de lo que se supone que se espera de ese trabajo.
No seré frío, templado, despiadado y triunfador sólo porque eso esperan los amigos, seré nomas sumiso y entregado; abnegado o violento dependiendo de lo que la construcción solicite. Las limitaciones son claras, estamos empezando de cero, los materiales son nuevos, las personas neófitas y los miedos añejos, arraigados y robustos. 
Pero de tanto andar aprendí a caer, y a seguir andando de tanto caer.

1 comentario:

Alejandro González Romero dijo...

siguiente post: resultado = un par de personas ya no me hablaran.