En facebook

viernes, 11 de octubre de 2013

Escalas de tiempo


El tiempo nos enseña a no ser muy impulsivos y, aunque no siempre recordamos esa valiosa lección, a menudo, si somos capaces de percibirlo, nos damos cuenta que aprender a contener nuestro enojo o arrebato, nos ha salvado de cometer muchos errores.
Pensar en frío y buscar soluciones en lugar de sucumbir a la violencia (entendida en cualquiera de sus manifestaciones posibles) es sin duda algo de lo que a algunos nos cuesta más que ninguna otra cosa.
¿Pero cómo sosegarse ante atropellos mayores, ante indecibles faltas de respeto, ante traiciones y desencantos?
Al parecer el dicho "dar tiempo al tiempo" también funciona en escalas de tiempo más pequeñas. Contenerse unos segundos a menudo es suficiente para que algo se active en nuestro interior y nos devuelva un saludable rango de visión, al menos el suficiente para ver opciones y encontrar soluciones.
Saber esperar es un don que no todos recibimos pero que sin duda cada uno de nosotros debería desarrollar al máximo.
La indignación sucumbe ante una explicación adecuada de las situaciones que la provocaron, la violencia se puede sublimar para transformarse en expansión, en crecimiento y la ira que se contiene puede generar enormes cantidades de energía creadora y transformadora.
Cuéntanos Penélope, ¿qué se siente esperar tanto? a caso, ¿siempre vale la pena?.
Tomémonos nuestro tiempo, lo asumamos nuestro de una vez por todas, invirtamos más de él para desacelerar un poco a la humanidad que ha dejado de revolucionar a la misma velocidad que su planeta causándose por esto incontables síntomas totalmente visibles.
Respiremos, hagamos caso al metrónomo cósmico (o al menos al bit de nuestros latidos), nos quitemos la vendas y aprendamos a utilizar adecuadamente toda esa energía que se despierta, a veces por las razones equivocadas. 

No hay comentarios: