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martes, 16 de julio de 2013

Zen posmoderno



Déjese llevar, no se resista.
Inhale… exhale, no le preste atención al aire enviciado. Nunca es importante.
Déjese llevar.
Relaje el cuerpo, si lo prefiere cierre los ojos. Ponga la mente en blanco.
El mundo exterior ya no importa, es más, ya no existe.
Enfóquese en su mundo interno, en usted mismo, en su “self”, su más profundo interior.
¿Siente como las penas se disipan, cómo las preocupaciones se desenfocan casi al punto de desaparecer?
Eso, déjese llevar.
Ya nada importa sino su respiración, el sonido de su interior, sus latidos… ¿los percibe?
Déjese llevar, no se resista.
Sus párpados deben mantenerse cerrados. Recuerde que ojos que no ven corazón que no siente.
El mundo ya es como es y no puede hacer nada para cambiarlo. Nadie puede. Sólo déjese llevar.
El mundo exterior ya no importa, piense en usted mismo, en su propia comodidad, busque su “lugar sereno”, pruebe en cualquiera de nuestros sitios en la web.
Relájese, nada importa más que usted mismo. Para eso le estamos ofreciendo toda esta comodidad.
Individualícese, ya nada importa. Nada debe preocuparle más que su seguridad frente a todos esos fantasmas que hemos creado para ofrecerle un importante abanico de temores diseñados de acuerdo a sus necesidades.
Despreocúpese, al igual que los demás usted ya está fuera de peligro, relájese y disfrute, seremos capaces de protegerlo hasta de su propia, peligrosa y muy sobreestimada intimidad y privacidad. Tranquilícese, recuerde que es por su bien. Sabemos mejor que usted lo que le conviene.
Respire, no se olvide de respirar.
Afuera no sucede nada, deje de lado esas imágenes de hambruna y el malestar absurdo que causan tantas diferencias económicas y sociales en el planeta. Piense mejor en esas hermosas playas de postal… palmeras y playas. Arenas blancas y mar para todos… si, para usted también. Piense en hermosas mujeres y en productos de belleza. Relájese, déjese llevar. Más antes de lo que piensa, si no se resiste, la angustia dejará de estar y su energía dejará de ser malgastada en inútiles intentos por cambiar las cosas.
Relájese y madure. Busque un trabajo, deje de hacerse al jovencito usted ya no está para esos trotes. Le repito que el mundo es como es y no lo podrá cambiar. Piense mejor en cosas más felices. Piense en la navidad, en la creciente noche de brujas, en la lenta y pasible acomodación de los huevos de pascua en los países sudamericanos. ¿Puede ver sus colores? ¿No lo hacen acaso feliz?
Relájese y disfrute del viaje. Mientras antes se deje llevar su futuro será más prometedor. Respire y recuerde que sólo usted importa. Olvide a los demás, los demás no existen más que en sus perfiles de internet, ahí ellos también son felices.
Relájese… déjese llevar.
Imagen diseñada en: http://weavesilk.com