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miércoles, 28 de diciembre de 2016

a esos 62 que ya tienen la mitad

¿A qué estás jugando?
Si no tenemos otro hogar, 
si tal vez sólo esta vida nos queda.
¿A qué estás jugando?

Se volvió billete cada madera
¿sólo para armar este tablero y ver 
quién al final se queda con todo?

Y ¿ahora qué?, ¿ahora qué? 
ahora que todo eso que hubo 
sólo es este poco que queda.



No te importa,  claro,
ahora vendes virtualidad, 
vendes nuevas necesidades,
tienes nuevas ideas
vendes ropa 
y la obligación de entrar en ella. 

Juegan a tener posesiones
y con lo poco que les pagas
te pagan a vos por ellas.
 Todo controlado con fes
con hipnosis, con fronteras,
como si fuera normal  y elegido
vivir así, siempre a la carrera.

¿Que decirte?
o sabes algo que no sabemos 
o se nota que no entiendes.
¿Cómo te digo?
El mundo colapsa, y tu vendes.

martes, 27 de diciembre de 2016

Cortinas de humo

Lo que se esconde tras la fiesta no puede ni nombrarse, 
lo que se acalla tras el ruido de los fuegos fatuos 
que te hacen ver al cielo escapando del panorama, 
son las centellas en tierra y el ruido de la desesperanza.

Dejo que el rencor se me ablande hirviendo en la picana 
y cierro la puerta para que el vecino que no tiene, 
no se antoje lo que es mío 
y también para evitar que su música de funeral 
no me arruine a mi la fiesta. 

Y luego, todo se entibia y hasta me olvido.
Al menos hasta que pasa de nuevo, 
cada vez más cerca de mi puerta.

martes, 6 de diciembre de 2016

Velorios



Me duelen, más que mi dolor, los otros dolores. 
La vida es vidrio que al romperse corta y son de sangre las lágrimas que por sangre brotan. 
Duro asunto la existencia y su contrario, similar a una promesa rota. 
Entiendo el porqué de tanto silencio cuando las palabras tampoco soportan.

jueves, 1 de diciembre de 2016

No te metas los muertos a la boca




Además está fresco. Al menos dale tiempo para que termine de secarse hecho tinta en los libros de historia a los que tal vez ni tu ni yo entremos.
También piensa: ¿quién quiere saber tu opinión después de todo? (o la mía)... lo siento, sé que tampoco es ese el punto. 
No niño, no. No te metas los muertos a la boca, es de mala educación. Más aun si los muertos no son tuyos.