En facebook

sábado, 24 de septiembre de 2011

Aquellos títeres

Mente gigante, manos prodigiosas.
Jim Henson hubiera estado cumpliendo hoy 75 años, y en homenaje le ofrecemos estas pocas lineas para recordar quien era.
Tuve la suerte de haber conocido a personajes tan fantásticos durante mi infancia que sería totalmente injusto no hablar de ellos. Tuve la suerte de ver como estos personajes, que tenían su propio show, tenían invitados de lujo, como superman o Luck Skywalker entre otros tantos formidables.
No estoy seguro si la gente de las nuevas generaciones tiene el honor de conocer a la Rana René y su distinguido séquito o si alguna vez supo de la existencia de una serie de televisión llamada el Narrador de Cuentos (ese que estaba sentado frente a una chimenea con su perro a lado), si no es así, en verdad lo siento por ellos. Les queda el consuelo de haber conocido al menos a su fantásticas Tortugas Ninja.
Bueno, el genio se nos fue ya hace como once años pero su presencia es aun innegable, rotunda y trascendental. Tantas ideas, tanta genialidad, tanto espíritu rebalsándole de los dedos.
Un homenaje al maestro, de parte de un simple aprendiz de manejador de objetos.

jueves, 22 de septiembre de 2011

En nombre del progreso

¿El progreso?, yo no se que es eso señor. No como ustedes lo conocen en todo caso.
Porque hay que saber que no hay nadie que no progrese, todos como quien caminan en la vida están siempre progresando.
En mi comunidad las cosas siempre fueron mejorando, cada vez que hubo un problema entre todos supimos solucionarlo. Pero cuando los asentamientos urbanos se vinieron más cerca de nosotros, nos crearon problemas nuevos y nuestras viejas soluciones a veces ya no se dieron abasto. Pero aun así progresábamos, aprendimos cosas nuevas y de esa manera pudimos mantenernos en equilibrio siendo nosotros mismos todavía.
La tierra toma a los primeros hijos de nuestras mujeres, ella los cuida o los elimina para que más adelante sean o no de provecho, siempre fue así. Pero ahora los hijos del hombre de las grandes ciudades creen que tienen el derecho de cuidar o eliminar a la tierra.
Y las cosas que nos habían dicho antes ya parecen no servir. A toditos nos han engañado; nosotros no les habíamos pedido nunca nada porque nada necesitábamos de nadie más que de nuestro trabajo y la selva pero ahora no nos quieren ni dejar vivir donde vivimos, porque para seguir siendo nosotros tendríamos que irnos monte adentro y – con todo respeto – nosotros estábamos aquí antes que su “progreso”, disculpará usted.
Progreso, graciosa palabra ¿no cree? Si el progreso es sólo una respuesta a lo que cada uno desea para vivir mejor y aunque ustedes no lo crean, esto es lo mas alejado que tenemos de vivir mejor.
Vivir mejor para nosotros es dejar a la tierra en paz, cumplir esas promesas que se nos hicieron, dejarnos vivir en paz también a nosotros. El progreso en este caso y ahora, sólo vendría con el respeto, créamelo usted, el respeto al otro es ahora nuestra visión de progreso.
¿Se da cuenta de que se trata el progreso señor?, nosotros no somos como ustedes, nos importan otras cosas y a la tierra menos le importan las cosas suyas que las nuestras si se da cuenta. Respetos guardan respetos saben decir por ahí, y el monte sabe más que esa gente que habla tanto, porque él siempre ha estado ahí, ha estado antes que nosotros, antes que ustedes, antes que la historia y todo lo que ahora conocemos como hombres. ¿negar todo eso le parece progreso?
Con todo respeto, señor, que maneras más distintas tenemos de ver al mundo ¿no cree?

viernes, 9 de septiembre de 2011

el atlético joven de nuestra época


Cruzando puertas

Alguna vez, recuerdo escuchar a mi abuela decir - en un quechua limitado - algo así como: "ni ruega, ni rogachicuy, ni fuerzamanta munachicuy".
Como era niño, la primera vez que oí esto, no supe descifrar la importancia real de estas palabras (que por su etimología, venían combinadas con esa energía andina precolombina) y es recién tras un primer desamor que comprendí - aun a medias por mi edad - algo de lo que me brindaba esta frase tan popular en mi casa.
Y es que a veces, la impulsividad y lo obtuso y exageradamente contrastado de nuestra visión, no nos permiten asimilar ciertas verdades que por su intensidad nos ciegan y nos quitan incluso esa poca visión del panorama real que nos posee. No es fácil darnos cuenta que tenemos un problema, es necesario aceptar algunas cosas aunque duelan y no insistir como moscas golpeando inútilmente una barrera que parecía tan transparente.
Como el jaboncillo, la gente débil de carácter, salta ante la presión atemorizada por las exigencias naturales que las cosas valiosas pretenden. Cuántas veces huí ante posibilidades majestuosas que dejé pasar por temor a perder mi individualidad o mi libertad con esa estupidez propia de la adolescencia. Recién con el tiempo supe que todo el tiempo eres transgredido por los que te rodean y en realidad eres esa sumatoria de influencias de las que escapas tontamente. La rigidez de impermeabilizarte es lo que te hace viejo, antes de llegar a eso es mejor quedarse solo.
"Poder decir adiós es crecer" nos dice Gustavo Cerati y, pese a que las rupturas inicialmente nos ofuscan y nos hacen desenvainar espadas y espinas, terminan devolviéndonos de a poco la invalorable tranquilidad con nosotros mismos.
"ni ruegues, ni te hagas rogar, ni a la fuerza te hagas querer" sigue repitiendo el eco de esa sabiduría que hace tanto tiempo mi abuela me regaló cuando vivía por ahí, en ese barrio que hasta hace poco transitaba como un no-muerto sin voluntad propia.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Dudodudar


No es duda la que se crea con el sólo afán de dudar, escepticismo cartesiano en el lugar equivocado, 

autoboicot continuo, como un miedo a perderlo todo para luego sentirse mal.
No es duda la que espera tras la puerta, la que se esconde cobarde en los rincones, y se agazapa dispuesta siempre a atacar, la que al descuido crea falencias y luego nos hace llorar.
No, no es duda tampoco la de tu mirada, porque es franco el brillo que aun regalas al hablar, no es duda la que te tensiona contra el piso, es un normal temor a la velocidad.
Y no es duda tampoco la que brota en mis palabras, esa es certeza una tras otra, certeza de que en verdad yo quiero mas - no querer más respecto a como quieres - sino de simplemente no querer parar.
Porque no dudo tampoco en si me quieres, ni dudo que cuesta a veces y lo haces aun así, no es dudar el lío, es crear duda, como si estuviéramos simplemente queriendo dudar.
Y es que es tan rara esta certeza, es tan extraña esta sensación de ti, como un escozor en tu cabeza, un escozor que podrías rascar por mi.
Ya se puso gracioso el poeta, no lo dudo: es por ti.