
quisiera terminar de entender la razón por la que lo blanco se convierte en negro con tanta facilidad. Mis cambios son lo que Girondo llamaba su cúmulo de personalidades; mi tangente, mis variables y mi elemento precipitante son todas la misma cosa: yo.
Yo como "eu", "muo", "Ie", "me", "ich" y todos los que de forma alternativa podrían hacer referencia a mi mismo como ente repetitivo que inevitablemente deja de considerar a los demás para regalarse imaginarios lejanos a la realidad o la metáfora. Seres inmetaforizables, o imágenes que se despliegan directamente sobre lo fortuito de una máxima que se consolida sobre un cadaver de emoción que busca ser depertado a manera de un Frankenstein forzado y sobreactuado por puro gusto de repetición crónica. No cuaja la decepción pero se acerca a la peligrosidad del hastío... "un solo movimiento tuyo hace la diferencia..." diría Greunoville como sea la espera en La Paz hará bien y despejará mis dudas... "no estoy solo, voy conmigo".
2 comentarios:
Mi lubidulia, vas mas acompañado de lo que te imaginas
Petons
sabías que en diferentes escalas de colores el negro y el blanco tienen el mismo porcentaje?, pa mi superficial tecnicismo significa que son iguales, el caso es que son extremos, apaciguate un poco para ver mas colores pachuy... y bienvenido.
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