Esto de las vacaciones sirve bastante para darnos cuenta de que ha concluido una gestión - que en este caso particular: el mio - ha sido realmente digna de mención.
Tirado en mi cama, no me preocupo por ahora ni de terminar el libro que venía leyendo. Me inundan unas ganas enormes de escapar a la tranquilidad del campo, de bañarme en los ríos y quemarme la espalda tirado en la arena.
Este tiempo en pausa, antecede a una nueva gestión, que pareciera venir con mas calma que la anterior. Se escucha el murmullo de lo que parece será un silencio prolongado. Hay planes nuevos y frescos, cosas arriesgadas y muchas pruebas que superar que están terminando de fraguarse en sus moldes.
Todo puede esperar en estos días, las fiestas me pasarán por encima sin despeinarme - espero - y en los siguientes días sólo me interesa matar mis fríos con la panza al sol.
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