Dos de tres
Bajo las horas que ennegrecen los caminos
van al asalto los recuerdos
de creadores cataclismos
Tu estás ahí cuervo negro, viejo amigo,
volando del puente hasta el río,
sumergido en infinitos.
Tu luz de eclipse iluminó diez mil caminos ,
largo letargo que revienta en estropicios,
que ennoblece dibujando mil abismos.
Rayos de sombra regalando tres respiros,
aves que vuelan una y otra en desvaríos
tantos años batallando contra el frío.
Cóndor de argento transformaste el agua en vino,
te acostumbraste al laberinto,
salpicaste miel al trino.
Sólo te hiciste de las sombras y los vidrios,
tornaste infiernos en suspiros,
naufragaste alguna vez sin ser vencido.
Tu que habías llegado tarde diste el brinco
y navegaste de los valles hasta el pico
mas alto de la montaña con tu brío.
Estas presente tu también querido amigo
en los acordes de acordarse en tres, bien, fiel...
Contrapeso y equilibrio en el vacío,
son las canciones que rebalsarán a veces
sobre el tiempo como granizos celestes.
Serán las luces de un castillo ardiendo en fiebre,
conjunción de solsticio y plenilunio,
dos de tres migrando a solas a mi junio
mirando la nieve.
(A los Carlos, Sivila y Arancibia respectivamente)
No hay comentarios:
Publicar un comentario