En facebook

sábado, 1 de noviembre de 2008

Noche de Tarabuco

Mi fría dama, qué no daría yo por volver a ser la alegría en tus labios, la felicidad en esta vida penosa que vamos llevando distantes el uno del otro. Si bien no había perfección en esto que construimos, se acercaba mucho mas a la alegría de lo que esta soledad que ensombrece sin tregua todo nuestro futuro nos regala.
Perdí el equilibrio en la desconfianza, mis miedos te causaron dolores y tus rencores acabaron mi esperanza. Me pides que te deje, que no te llame, que me pierda como un grano de arena en el océano de tus rencores. Está bien, lo acepto... he sido yo el culpable mujer que me amó sin darse cuenta del daño que iba a causarle. De nada sirve arrepentirse, tal vez pensar en mejorar, pero ya mi dolor por lo hecho no te regresará al hogar. No quiero reproches, ya no los merezco, recibí los que merecía aunque creas que hay mas por decirme. Yo decidí no reprocharte mas porque se que así imperfecta has sido la mejor compañía que el mundo me dio. Si existe un Dios, de su infinito perdón quisiera que te regalara un trozo para que al menos algún día logres volver a ver en mi a la persona que te decía que había sido hecha para hacerte feliz. No cambié, soy el mismo, y sigo siendo para ti, aunque ahora me pidas que me aleje seguiré velando tus sueños en especial con lluvia, rayos y truenos.

No hay comentarios: