Historia Simple

Bajamos en Miraflores para unas fotografías en el Centro Cultural del Británico luego de casi dos horas de viaje en trufi. Ni bien bajamos recordé a alguien que hace tiempo me había dicho - pareciera que la gente de los barrios ricos es incluso más linda. Me sentí hasta ofendido por darle crédito a un comentario tan mordaz y si no fuera porque ya no tengo sangre en la cara me hubiera sonrojado por lo clasista del dicho recordado.

Luego de la sesión de fotos -donde los títeres de ambos espectáculos tuvieron que posar como modelos (muy a pesar suyo, y mio) - regresamos y comimos una especie de buñuelos con miel de caña en el paseo Kennedy. Luego me subí a la linea "S" y emprendí el regreso a casa.

- Esta gente es una malcriada - me dijo mirando con soberbia al ayudante del trufi que la había tratado mal - (guardé silencio).

- He vivido en Buenos Aires y Santiago y nunca he visto que la gente sea tan malcriada - insistió un par de cuadras mas adelante (me le quedé mirando). Ella no continuaba con sus argumentaciones y en ese silencio pude ver que tenía algo escrito en la palma de la mano izquierda. Luego me distraje con un camión que pasó a toda velocidad pr nuestro lado haciendo sonar muy fuerte la bocina. Con el susto, puse mi mano apoyándola en el marco de la ventana que estaba abierta y la mujer agradeció; no entendí en un principio el por qué y ella aclaró - es que aquí meten nomás la mano por la ventana en los semáforos rojos y te quitan el bolso, ya me ha pasado, esta gente está cada día mas enferma, !y se los dice una compatriota¡. Por eso es que no nos dejan salir al extranjero yo para viajar tengo que mostrar mi pasaporte Argentino, que tengo por mi matrimonio, porque con el peruano no me dan visa a ningún lado.

No podría hacer un cálculo de la edad de la señora que tenía frente a mi, pero antes de que siquiera pudiera terminar de convencerme que seguramente en su juventud fue sin duda una mujer agraciada comenzó a desfigurarse diciendo lo mucho de bien que había hecho Pinochet en Chile para con el buen comportamiento de su juventud y las juventudes actuales.

Sentía como algunas personas del trufi me miraban y a veces sospechaba que pensaban - ¿por qué soportas la conversación de esa señora? - pero en realidad yo no conversaba, sólo escuchaba sin decir una palabra.

La mujer se bajó cerca de la Marina y yo proseguí mi rumbo recordando con lástima a mi interlocutora, !cuánta necesidad que tenía esa hermosa cristiana de soltar todo su odio hablando¡. Me pregunté por un segundo que es lo que habría tenido escrito esa señora en la mano pero luego me distrajo el ayudante (que en realidad si trataba mal a la gente) que continuó diciendo: "Aeropuerto... Bertelo... Patasmayo... Bocanegra ....."

Imagen: es una dibujo mio reeditado de un post antiguo (esto a mi falta de una cámara fotográfica)