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lunes, 30 de enero de 2012

Liviandad cíclica

¿Qué es al final esta linea que se imprime infinita en la banda de Möbius? ¿qué color tiene el tiempo si no es el que le dan los recuerdos que todo lo tiñen y matizan?.
¿No termina a caso todo con sabor a hiel al final de las expectativas?, cuando estas caen irremediablemente, víctimas de la inconsistencia de sus senescales.
Y ahora, que sentía haber perdido tanto tiempo y energía en lamentaciones, me termino justificando en nuevas presencias que resaltan su asombrosa grandeza a costa de las limitaciones de aquellos viejos detonadores de ayes.
Y es que nadie reconoce las ausencias hasta notar la falta de algo que no supieron valorar; así como nadie valora aquello que siempre tuvo.
¿Por qué es verde la esperanza? ¿quién decidió pintar de azul el penar?. Mi tristeza siempre fue negra y mi esperanza igual. Ahora recién pinto cada congoja del color con el que me place recordar y se que no hay esperanza verde sino siempre blanca y por colorear.
Y es que se que he gastado valioso tiempo lamentándome por cosas en las que me empecinaba en no dejar pese a que ya no estaban a mi alcance. Caprichos de niño grande, baja tolerancia a la frustración que causa esta consistencia devaluada, esta entereza mal pagada, esta entrega que no se aprecia porque espanta - o algo así.
Pero ahora, en blanco, llego otra vez a la mitad de mi infinito y no veo más que estas interesantes posibilidades imaginadas que terminan de limpiarme por dentro, como prometiendo tocar la puerta más adelante, pidiendo entrar a un planeta reluciente.

miércoles, 25 de enero de 2012

El esclavo y las libélulas

El esclavo busca desesperadamente un amo.
No soporta coronas ni lisonjas, pues ha nacido para servir y ser despreciado. Por eso no sabe lo que es ser correspondido o amado.
Vuelve donde recibió daños, regresa al verdugo despreciando a la amante que lo llenaba de flores pero pretende ocultar su condición de esclavo porque le avergüenza pretender tan poco para si mismo y entonces se agranda y se llena de soberbia y desdén, pero sigue buscando un amo detrás de su nueva máscara inútil.
Las libélulas lo contemplan desde sus infinitos colores y no sienten lástima sino rabia de su patética condición autodeterminada y cómoda. Pero el esclavo ni se percata de ellas pues no comprende a los seres que pretenden crear coronas de cabellos simulando nidos que no necesitan.
El esclavo no da nada de lo que tiene pues prefiere que se lo arrebaten, no aprendió a dar ni a recibir y sigue en busca de sus amos para reducirse y reducirse hasta quedar siempre a ras del piso, caminante o serpenteante; como molusco o como lagarto.
Las libélulas ya se alejan y desde sus coloridos ojos regalan al esclavo una último deseo esperando que algún día se libere para que pueda acompañarlas en su desenfreno aéreo.

Sobre ponerse

Ponerse las pelotas y seguir;
ponerse en marcha,
tomar las ganas y ponérselas.
Ponerse a pensar
dejar de contraponer sensación y lógica,
dejar de ponerse a la defensiva
y así poner los planes en movimiento,
ponerlos sobre el tapete,
poner los puntos en la íes,
y poner rumbo a nuestros pasos
para poner atención a lo infinito.
Poner en orden la cabeza
poner las virtudes en su lugar
y los valores ponerlos en boga.
Ponerse los pantalones
pero ponérselos bien puestos,
poner en claro las cosas,
ponerse firme,
ponerle la cola al burro
y la corona en resguardo.
Ponerse las pilas
y ante todo
sobreponerse.

lunes, 23 de enero de 2012

Síntomas

Pareciera que el cuerpo me advierte a cerca de próximas heladas. Decepciones que podría estar dejando acercarse, dudas renacidas, fantasmas persistentes, despropósitos cíclicos, sucesos aun incomprensibles.
La rodilla ha vuelto a causar molestias. ¿quién podría asegurarme que no es una somatización normal derivada de un "mal paso"?
Aunque todo pareciera últimamente resplandecer, debo aceptar que todos los vacíos que se me fueron acumulando en tantas veces que invertí emociones pesan más al recordarme la ausencia de una persona con la que compartir estos tiempos de vacas gordas.
Los huesos me hablan de futuros fríos; estas articulaciones de anciano me recuerdan que el tiempo se agota, que el desengaño ha sido el pulso de esta existencia tan llena de buenas intenciones. Distancia sobre distancia, tiempo sobre esfuerzo, kilómetro a kilómetro se me han vuelto ronchas los amores y el soliloquio es modo único de redireccionar mis a veces flacas energías.
Tengo una chalina impregnada en perfume, una serie de lagunas mentales, extraños números simulando ser aparecidos terroríficos que salieron a pasear conmigo esa última noche colmada de excesos y una cabeza que no entiende lógicas y sigue queriendo creer.
Sigo siendo ese demonio: el truhán, el malviviente, el admirado Casanova, que detenta su disfraz avergonzado pese a la admiración a su alrededor.

martes, 10 de enero de 2012

Network (1967)

A menudo pasa el tiempo y nos damos cuenta de lo mucho que el mundo nos ha estado distrayendo.
El mundo, no como tal sino sus instituciones y nuevas atracciones de feria. Cada época tiene su mega distracción, cada tiempo se lanzan nuevas bengalas y así observamos el recorrido gigantesco que ha hecho la tecnología hasta dejarnos parados y boquiabiertos ante las redes sociales o los modernos celulares.
Si bien los descubrimientos fantásticos que han asombrado a la humanidad, no fueron inicialmente creados para este propósito de distracción, debemos aceptar que pronto se convirtieron en herramientas aplicadas al ocio y el entretenimiento.
Hace poco, impulsado por una serie de documentales denominados Zeitgeist, me acerqué a un filme de 1967 llamado "Network" y dirigido por Sidney Lumet y llevada adelante por un reparto magnífico de actores de gran talla que siguen de forma magnífica uno de los mejores guiones escritos jamás.
Poco podría decirse - sin parafrasear los muchos discursos que se entrelazan en esta película - a cerca de esta película altamente recomendable, sin involucrarme o dejarme llevar demasiado por una serie de ideas que se desatan como pesadillas que logran despertarte de esta enorme distracción pos moderna.
Los dejo con el link a una de las escenas más geniales de "Network" pues extrañamente no hubo forma de pegar directamente el video aquí (dice que por solicitud, pero no se de quien).

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Imagen: www.imdb.com

Descubrimientos

Estoy a punto de dar con algo, lo presiento. Una nueva serie de "coincidencias" han aflorado. Cadena de significantes mayores, causalidades en su punto caramelo, direcciones, cartas de navegación e instrumentos. El viaje ha sido postergado por alguna razón, lugares y personas aun más adecuados deben estar aguardándome.
A menudo es necesario esperar pacientes a que las mareas suban, mengüen las tormentas y el viento sople en la dirección adecuada. Así además tenemos tiempo de agradecer a los puertos su amable distracción y absorber un poco más de energía de tierra y fuego antes de entregarse al agua siendo cada vez mas etéreos.
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Imagen: Dibujo de Leonardo Da vinci en filigrana sobre Carta de Navegación Piri Reis

jueves, 5 de enero de 2012

Sueños reveladores

En verdad no recuerdo, de mis antiguos estudios en psicología, si los sueños podían a veces no llegar envueltos en metáfora alguna y ser reflejos francos y directos de lo que se desea. En verdad no lo recuerdo.
Sin embargo, se que los de anoche me alejaron de un estado cómodo de indiferencia en el que me encontraba y a través de su decepcionante performance (no por la calidad del sueño, que incluso parecía una ensoñación y no un irreal) sino - por el contrario - justo por eso, me quitaron el descanso y me devolvieron a la realidad, alejada de grandes complots reconciliantes y peras de olmo.
Es interesante que este cruel sueño sin envolturas pueda haber sido invocado por una frase que se me ocurrió justo antes de ir a dormir: "abrir los ojos para no andar a ciegas... qué lógico!". Y me dejó despertar por fin de una cruel fantasía en la que seguía invirtiendo mi atención.
Algunos destellos creativos que salen disparados por la culata me han hecho siempre la vida real difícil de asimilar tal y como viene. Se bien que muchos de mis pensamientos - al parecer lógicos - son sólo estas ensoñaciones alocadas y, hasta ahora, siempre decepcionantes y no es hace mucho que empecé a pensar en la posibilidad de no esperar nada para evitar esa sensación común de que nunca llegue. (Pero hasta eso podría ser parte de algún delirio)

miércoles, 4 de enero de 2012

Momento de debilidad

Voy hacia abajo otra vez. A revisar la basura que oculté hasta ahora debajo de las alfombras, a revisar los esqueletos del closet, a despertar a los monstruos hibernando bajo la cama y entregarme a los abundantes fantasmas entre las sábanas.
Es que me debilita cada paso, cada visión, cada fracaso; me comprometen a la vida elementos que deberían ser pasados por alto. Pese a todo sigo viviendo para otras personas y es mi gratitud la única ancla que me detiene en esta dimensión tan ingrata y esta sinceridad tampoco me sirve de nada.
Cualquiera diría "tiene que ver con una baja tolerancia a la frustración" pero hay muchos más elementos en juego pues no dejé de ser infeliz ni en los llamados mejores momentos de mi vida.
Ahora veo que si dejé de mostrar mi melancolía alguna vez, fue sólo para no entristecer a mi pareja de turno, para evitar que ellas se fueran espantadas al contemplar ese patetismo transverso en el objeto que tanto admiraron.
Maldito el día de mi infancia en el que comprendí que vivir por vivir no significaba nada y que enfrentarse a pequeñas cosas del día a día sólo era una distracción absurda.
Recuerdo que siempre preferí salir llorando ante un vituperio en lugar de usar mi superioridad intelectual para humillar a algún detractor. No por humildad, no, sino por simple entrega al llanto y la derrota.
Es que esas a las que llamamos derrotas, son sólo un símbolo de la continua Gran derrota, que es victoria sólo al dejar el mundo tras una vida entregada a la propia esencia.
Cada segundo es un vuelco de moneda, la ilusión de la felicidad o la tristeza, la simple sensación de llanto atravesado en la garganta que debería estar gritando los pequeños triunfos.
Son acaso estos textos sueltos material a compilar para otro patético libro existencialista? Para dividirse en dos libros: uno de autoayuda y otro de espiritualidad, tal vez?
Son cosas que se perderán pronto tras el colapso de la tecnología?. Letras escritas para nadie, bla-blas continuados que ni siquiera sirven de catarsis.
Que nadie se espante ni se acongoje, cada paso es a pique, nada de lo que sucede es en verdad trascendental; ni el mundo ni Dios determinará la importancia de mi vida sino esta eternidad de viaje en el que disfruto este continuo cambio de paisajes interiores.

Mansos corderos

Respecto a una serie de documentales que pronto estaremos intentando difundir en nuestra ciudad.

lunes, 2 de enero de 2012

Grabación casera


Bajo las horas que ennegrecen los caminos
van al asalto los recuerdos
de creadores cataclismos.
Tu estás ahí cuervo negro, viejo amigo
volando del puente hasta el río,
sumergido en infinitos.
Tu luz de eclipse iluminó diez mil caminos;
largo letargo que revienta en estropicios,
que ennoblece dibujando mil abismos.
Rayos de sombra regalando tres respiros,
aves que vuelan una y otra en desvaríos
tantos años batallando contra el frío.
Cóndor de argento: transformaste el agua en vino,
te acostumbraste al laberinto,
salpicaste miel al trino.
Sólo te hiciste de las sombras y los vidrios,
tornaste infiernos en suspiros,
naufragaste alguna vez sin ser vencido.
Y tu, que habías llegado tarde diste el brinco
y navegaste de los valles hasta el pico
mas altó de la montaña con tu brío.
Estas presente tu también, querido amigo,
en los acordes de acordarse en tres... bien... fiel...
Contrapeso y equilibrio en el vacío
son las canciones que rebalsarán a veces
sobre el tiempo como granizos celestes.
Serán las luces de un castillo ardiendo en fiebre,
conjunción de solsticio y plenilunio:
dos de tres migrando a solas a mi junio,
mirando la nieve.

Imágenes y fotografías: Alejandro González Romero

buenos días 2012

Todo es confuso, algo aun permanece, algo ha cambiado por completo y se despertó nuevamente esa sensación de implacable cuenta regresiva.
Sin embargo, hay aun un adormecimiento muy reconfortante. Alrededor todo está gobernado por un caos exacerbado y de nada sirven las buenas intenciones mientras la saña que nos rodea es tan incontrolable.
Y la bondad parece agazapada, la sinceridad parece haber dejado de ser un valor apetecible, los valores en general han dejado de serlo y es norma de supervivencia la crueldad y la impiedad en todos los niveles posibles.
He descubierto en los ojos mas amistosos el deseo incontenible de ser mis verdugos, he visto mi reflejo en las pupilas de la gente que me quiere y me he visto consumido por el tiempo, me he notado pálido, vacío de espíritu, carcomido, camuflado entre todos los caninos de dientes afilados.
Pero hay un lado brillante en todas las lunas, mientras crece su luz los ojos cambian de reflejo y no mengua mas esa sensación de despertar de mejor humor.
Todo es confuso, entre la soledad y la sensación de vacío, hay una reconciliación íntima con el interior. Adentro el azar se desvanece, la lealtad se recibe de uno mismo y uno puede volver a ver al mundo, libre de tanta ira.