En facebook

viernes, 26 de agosto de 2011

Fragmentario

Acompañado de mi bruja galáctica personal nos apersonamos a la propuesta de Diego Aramburo que nos ofreció la obra "Texto M" en la Alianza Francesa, en la que el actor argentino Agustín Vásquez interpretaba a un hombre mutilado que habitaba un refrigerador.
La obra que dura una hora rompe los códigos habituales del teatro nacional acercándose tal vez un poco más a las propuestas europeas.
Las limitaciones interpuestas hábilmente por el director obligaban al protagonista del monólogo a irradiar toda su energía desde el frí cubículo del congelador, de donde el personaje compartía su visión y transcurrir en un universo de vacíos–bunkers con señales no correspondidas y profundos cuestionamientos existenciales, hábilmente dosificados por el autor Huber Colaf.
Las frías luces de neón aportaban positivamente a la propuesta y a la temática en cuestión mientras las proyecciones de video – por detrás del foco de atención – y los efectos sonoros se articulaban de forma óptima creando un sistema de signos completamente funcional.
Un actor desmembrado vestido de nevera manejaba los ritmos, las intensidades y las intenciones a plan de voz, gesto y hasta golpe de máscara. Cuajada saliva simulaba la escarcha de su hábitat mientras llevaba al público a insospechados momentos de tensión.
No es la primera vez que vemos que Aramburo trabaja con esta pseudo-inmovilidad de sus actores y este recurso de alguna manera exige a su público una atención alejada de ciertos barroquismos dinámico-estéticos.
No es coincidencia que el trabajo de Kikin Teatro sea considerado de los más vanguardistas a nivel nacional y que tenga ese importante recorrido internacional. Como casi siempre salimos de la sala, increpados e interrogados y cabilantes volvemos a la realidad siempre tan llena de nausea y vacío sin procesar.
Fotografía: Grecia Tardío Rodríguez

No hay comentarios: