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domingo, 5 de febrero de 2012

Una película irlandesa

A menudo, de maneras muy diferentes (casuales, inesperadas, causales, azarosas, sorpresivas, etc) llegamos a conocer algunos trabajos hermosos de los que alguna vez sólo tuvimos referencias.
Esta vez le tocó a la película irlandesa "Once" dirigida y escrita por Jhon Carney, que no hace muchos días, tuve la oportunidad de ver con bastante agrado.
El filme - definido en algún momento como el primer musical indie - se basa en una historia bastante sencilla que de alguna manera resalta el amor puro por la música y el complejo oficio de ser músico.
La película, que ganó el Oscar a mejor canción original el 2006, es coherente y franca, sin pretensiones absurdas ni sobrevaloraciones de ninguna clase. La sinceridad del relato y la forma en la que está presentada al espectador, responde a un conjunto, a un todo que claramente no perdió su rumbo y permite ver un trabajo bien logrado cuyo discurso y subtexto no vacilan.
Sin finales de gloria o grandeza - exceptuando la puramente humana que supera la banalidad material - la película nos hace girar en melodías que se entrometen en las sensaciones que de por sí se nos van acumulando durante todo el musical.
Dulce, conmovedora, esperanzadora... les dejo con un videito que encontré en you tube.


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