Otra semana extraña pero agradable. El martes fue el concierto del amigo Ronaldo, el viernes y el sábado también se cantó junto a Christian y Mario; el Bibliocafé y la fundación Pachamama fueorn los escenarios. El segundo nos pareció un lugar encantador y esperamos pronto hacer unas presentaciones ahí con los compañeros del movimiento local de jóvenes cantautores (Cantautarte).
Como si no fuera suficiente, vivimos la fiesta de la música en la calle Nicolás Ortiz; entre pruebas de sonido que duraban quince minutos y presentaciones de bandas que no tocaban ni la mitad de lo que tardaban urgueteando ecualizadores y consolas.
En fin, paseamos por la ciudad como buenos noctámbulos; entre cafés, boliches, discotecas, karaokes y otros antros, la vida de ciudad nocturna se hizo presente con buena compañía y mucha risa.
Una semana extraña en una ciudad dormida como esta, una especie de semana que debería ser la constante, el pulso de esta Culta Charcas que de vez en cuando hace homenaje a su hisotria despertando a su gente y devolviéndole su antiguo caracter artístico señorial.
Dibujo: Ronaldo, Christian y Mario
1 comentario:
Q buen post pariente. Gracias! Mandame la letra de 9 Reinas. Mil gracias por la hospitalité.
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