El viento me empuja ahora hacia nuevos rumbos, no queda más que aceptar las consecuencias de esta vida buscada en el arte, de este existir que impide (dígase: por suerte) que me quede aletargado autocompadeciéndome.
Me voy... como lo leen, otra vez me voy. Nuevas rutas me convocan y los proyectos se abren como capullos que esperaron un frente frío para bullir con mas entereza.
Me espera el oriente: como una coda - más bien como un réquiem - me espera San Julián (más específicamente "La Asunta" a poco más de tres horas de la Ciudad de los Anillos) me esperan allá cuarenta alumnos dispuestos a entregarse durante una semana a un taller de teatro que iré a dictar por aquel lugar. Pisaré las calles cruceñas sólo de paso, sentiré el calor - y el frío - que de seguro evocarán recuerdos. (Serán recuerdos dulces sin duda, ya sin ese sabor amargo de ruptura pasada)
Al volver por Sucre, continuaré con un proyecto silencioso que me llevará a Lima durante un mes: de finales de marzo a finales de abril. (Más adelante cuando las puertas terminen de abrirse hablaré más sobre este emprendimiento que con tanta alegría me agarró por sorpresa).
El viento sopla - como siempre cuando uno se entrega a lo que ama - y me lleva a donde en realidad pertenezco. Sincero conmigo inicio esta nueva etapa, y en este caso, a la antigua: "libre como el viento y peligroso como el mar" ...Jajajja...
2 comentarios:
Hay que ver Pacho viajero, mucha suerte en tu nueva empresa! o como se dice en el teatro "rompete una pierna" (pero en Santa Cruz que tres horas son tres horas jajaaj)
JAjAjAjAjA ;) gracias amiga Lilyht :) estoy seguro que este viaje me traerá muchas satisfacciones. Ya estaré haciendo la crónica. Besos
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