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lunes, 11 de abril de 2011

Sobre las relaciones en escena

El director Eduardo Calla, nos presenta la obra “Las relaciones de Clara” priorizando en ella, estas relaciones entre los actores que prestan su cuerpo y voz a sus personajes sobre la relación de estos con el público. Queda claro que nadie – ni siquiera Clara – sabe lo que ella quiere, lo que hace parecer que en realidad quiere todo.

Está en ella esta sensación de vacío constante, como un personaje que ronda la estructura de un perverso, Clara reniega y no niega. Se deja llevar por sus pulsiones orales, genitales y escópicas creyendo saber, al menos, qué es lo que no quiere.

Los que estamos acostumbrados a sorprendernos con las excelentes propuestas de Calla, podemos afirmar que no se trata de su mejor trabajo. Sin embargo, sabemos también que, en este caso, la obra traída por “Escena 163” no es de autoría propia – como sucede regularmente – sino de la dramaturga Dea Loher.

El elenco compuesto, en su mayoría, por actrices y actores reconocidos (Patricia García, Luis Bedrow, Marta Monzón, Wara Cajías, Miguel Vargas, Anuar Elás y Matías Laguna) utiliza a sus anchas el escenario – e incluso sus alrededores – se sirve bien de los objetos, las acciones y los demás recursos. Hasta el aroma a salsa soya cocinándose en un wok se suma a esta cuestión de reflejo que le llega al público.

Los actores se desplazan con trayectorias bien marcadas, llevan puestos los tics y los conflictos internos de los personajes que les tocó representar y aun, sin ser miembros de un grupo, se interrelacionan francamente durante toda la obra. Ellos son sus personajes, sus conflictos; son siervos de escena, son escenografía pero principalmente, son las relaciones en las que se ciñen.

La obra se aleja del conformismo y rompe los códigos habituales – algo frecuente en los trabajos de Eduardo Calla – su espacio lúdico evoluciona con ella y mantiene un ritmo que goza de saludables silencios. Texto y puesta dicen lo mismo, son coherentes, pero no van precisamente juntos y esto permite que en la obra “Las relaciones de Clara” algunos signos sean polisémicos. Esta carencia de sentidos unilaterales y la sensación de inestabilidad que proyectan los personajes de la obra, crean conflicto en el espectador y le da la sensación de que se versa a cerca de sus propios descontentos y egoísmos.

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